En
primer lugar dar la enhorabuena a los campeones, una felicitación que
habría firmado hace casi siete años cuando empezó su andadura esta tertvliadeportiva.com
con un Atlético de Madrid que no jugaba en Europa nutriendo la saga de
paquetes atléticos temporada tras temporada. Ahora la tertvlia está
muerta desde hace ya dos años, circunstancia que coincide con los
triunfos del Atlético de Madrid, y los posts de error echar a Capello,
el rincón de los clásicos, de mourinhistas y de guardiolistas,
programaciones deportivas, grandes rivalidades, ídolos caídos y, por
supuesto, de otros deportes, quedaron para el recuerdo; así que aquí va
mi crónica de la Final de Lisboa como enviado especial de la tertvlia.
Esta
crónica comienza en el aeropuerto de Barajas donde el viernes por la
tarde fui a recoger a mi cuñado que venía desde Río de Janeiro, que
finalmente no consiguió plaza en los vuelos a Lisboa, con una entrada de
reventa de 1.200€ en el bolsillo. El reparto de entradas fue
desastroso; la UEFA se quedó con casi más de la mitad de las entradas,
el Madrid realiza un sorteo sin atender a antigüedad y el Atleti, que sí
que atiende a la antigüedad (quizá el criterio más equitativo), realiza
un reparto de entradas del siglo XX que nos llevó a estar más de 10 horas haciendo cola para conseguir una entrada en la última fila del palomar (min 15), a pesar del estudio de mercado; pero afortunadamente pude
acudir a mi primera final de la Champions después de haber tenido en mis
manos hace 4 años la posibilidad de acudir a la final en la que
Mourinho fichó por el Madrid.
Nos
dirigimos a Badajoz para hacer noche previa al desembarco en Lisboa
pasando por la Velada de Abel Resino y la Navalmoral de la Mata de
Oliver Torres, que quién sabe si se será figura clave en un futuro
conformando el Atlético de Madrid de las dos Torres. La carretera iba
bastante cargada de coches, sobre todo, de alta gama, muchos aficionados
se dirigían a la capital lusa con y sin entrada. Esa noche decía Corro
en la Cope que de 70 aficionados con los que había hablado, 50 no tenían
entrada, eso podía ser un caos.
A la mañana siguiente pusimos la pegatina de la E para que no nos pusieran multa, pero ese no fue el peligro de las carreteras portuguesas... En la carretera adelantábamos autobuses de las peñas extremeñas de ambos clubes. Entrábamos en Portugal donde la otra vez que había acudido a ver al Atleti en 2009 cayó 2-0 en el O Dragao de Oporto con un primer gol de Falcao, el partido donde empezó todo, gracias a Abel Resino que no ganó ningún partido en la fase previa, qué poco se le ha valorado. Sin embargo, para animarme, pensé que siempre había visto al Atleti ganar finales y al Madrid perderlas.
A la mañana siguiente pusimos la pegatina de la E para que no nos pusieran multa, pero ese no fue el peligro de las carreteras portuguesas... En la carretera adelantábamos autobuses de las peñas extremeñas de ambos clubes. Entrábamos en Portugal donde la otra vez que había acudido a ver al Atleti en 2009 cayó 2-0 en el O Dragao de Oporto con un primer gol de Falcao, el partido donde empezó todo, gracias a Abel Resino que no ganó ningún partido en la fase previa, qué poco se le ha valorado. Sin embargo, para animarme, pensé que siempre había visto al Atleti ganar finales y al Madrid perderlas.
A
las 9 de la mañana portuguesa, tras cruzar el larguísimo puente de
Vasco de Gama aparcamos el coche y nos dirigimos al centro para
encontrarnos con la gente.
La ciudad se encontraba engalanada para la
Champions, una gran cantidad de cartelería lo atestiguaba, se encontraba
hasta en los clásicos tranvías lisboetas.
Y también se encontraba
engalanada para el Rock in Río, Arcade Fire, Justin Timberlake, Queen of
the Stone Age, los Rolling Stones... y, como no, publicidad con la foto
de Cristiano Ronaldo por doquier.
En la plaza del Rossio, centro neurálgico de Lisboa, se
encontraba la fanzone del Real Madrid. Tenía dos escenarios. Enfilamos
la Rúa Augusta hacía la Plaza del Comercio donde se encontraba la feria
de la UEFA y uno se podía hacer una foto con la Copa de Europa o con
el Homer Simpson y Mickey Mouse del Atleti.
A mitad de camino nos encontramos con mi hermano que había llegado una hora antes a Lisboa. Estaba esperando a su amigo portugués de Lisboa. Aproveché para acercarme a la Plaza del Comercio. En el camino me crucé con los trabajadores de Coca Cola que se manifestaban contra el ERE de la fábrica y con mucha aficionado de los dos equipos, algunos hermanos y otros buscando entrada para la final ofreciendo hasta 2.000€. Ya en la plaza me encontré con Paco, Sergio y Santi que habían hecho el viaje en bus por la noche con la Agrupación de Peñas.
Esta vez no
les pude acompañar como en Valencia o Londres, pero el año que viene
seguiremos recorriendo los campos españoles, como Ipurúa, y europeos
arropando al equipo. Nos despedimos de ellos y nos emplazamos a
encontrarnos en la fanzone o ya en el mismo estadio.
La
Copa de Europa aún no estaba expuesta y la cola ya estaba bastante
nutrida con lo que nos volvimos donde mi hermano, que ya estaba
acompañado por su amigo y unos amigos suyos vestidos de blanco.
Su
amigo, además de magnífico anfitrión, es un aficionado de pro del
Benfica. Comentamos la final de la Europa League con el Sevilla y cómo
la maldición de Béla Guttmann perdura sin haber ganado ninguna de sus
últimas 8 finales europeas desde entonces. Paradójicamente, en pocas
horas el Atlético de Madrid se iba a encontrar con otra maldición, la
del 4, la del gol en el último minuto del central cuyo nombre empieza
por S y los 4 goles. Deberían dar el Oscar al mejor guionista al de la
Champions de este año que bien podría en años venideros escribir uno con
Torres dando la Primera a su Atleti.
Nos
dirigimos hacia la fanzone del Atleti. Cada vez había más aficionados
de uno y otro bando. Subimos y subimos, ya sé por qué le llaman a Lisboa
la ciudad de las siete colinas, pasamos por el hotel del Madrid donde
vimos entrar a Miguel Porlán Chendo, esta vez serano, y finalmente, tras
hacernos las fotos de rigor en el mirador del parque Eduardo VII,
llegamos a la fanzone.
Los aviones de vuelos de línea, privados, charters sobrevolaban la fanzone desembarcando aficionados y aficionados en Lisboa, cada vez había más gente, Portugal iba a demostrar lo preparada que estaba para organizar este tipo de eventos multitudinarios.
Los aviones de vuelos de línea, privados, charters sobrevolaban la fanzone desembarcando aficionados y aficionados en Lisboa, cada vez había más gente, Portugal iba a demostrar lo preparada que estaba para organizar este tipo de eventos multitudinarios.
Había
una ambientazo en la fanzone; un escenario donde estaba pinchando un DJ
asesorado por un aficionado rojiblanco. Sonaban las canciones
comerciales del momento y, por supuesto, el himno del Atleti, el
original, y también, desgraciadamente, el repulsivo del Centenario
compuesto por Sabina ensalzando el perder del equipo, marca Gil.
La
gente estaba muy animada y contenta disfrutando del día, cargando
fuerzas para lo que esperaba, descansando o avituallándose. Había gente
ataviada con todo tipo de vestimentas rojiblancas.
El reportero oficial de la Champions aprovechaba para meter ficha con las jovencitas rojiblancas mientras que también reponía fuerzas; otros se hacían fotos con un Peugeot 205 rojiblanco... los medios de comunicación tenían material para dar y tomar.
El reportero oficial de la Champions aprovechaba para meter ficha con las jovencitas rojiblancas mientras que también reponía fuerzas; otros se hacían fotos con un Peugeot 205 rojiblanco... los medios de comunicación tenían material para dar y tomar.
Pasamos por delante del edificio de la embajada española en Portugal que
lucía los dos escudos de los dos equipos.
El cuerpo se iba resintiendo de tanta cuesta y, sobre todo, de tanto empedrado portugués, q es muy bonito, pero insufrible para los pies. Cruzamos un parque donde los niños jugaban al fútbol con camisetas de la selección de Portugal, del Benfica y del Sporting de Portugal y llegamos a la plaza de toros donde estaba el restaurante Rubro.
Pudimos degustar unas raciones y un chuletón regado con un buen vino portugués del Alentejo, Terra D'Alter, mientras el amigo de mi hermano nos contaba historias de los jugadores portugueses como Cristiano Ronaldo, Eusebio o el mismo Paolo Futre e incluso del paso de Diego Costa por la segunda portuguesa, y de su compañero de trabajo brasileño, Víctor Clean, amigo de David Luiz, bueno mejor dicho, de Gustavo Luiz; un David Luiz que llegó a Portugal para jugar también en un equipo de la segunda portuguesa y que después fue fichado por el Benfica para ser el quinto central y, en esas cosas de la vida, como le pasó a De Gea en el Atleti o a Casillas en el Madrid, por lesiones de los otros centrales acabó jugando y fichando por el Chelsea. Termina la comida y me llaman al teléfono, era Diego Díaz que preguntaba por los indios.
El cuerpo se iba resintiendo de tanta cuesta y, sobre todo, de tanto empedrado portugués, q es muy bonito, pero insufrible para los pies. Cruzamos un parque donde los niños jugaban al fútbol con camisetas de la selección de Portugal, del Benfica y del Sporting de Portugal y llegamos a la plaza de toros donde estaba el restaurante Rubro.
Pudimos degustar unas raciones y un chuletón regado con un buen vino portugués del Alentejo, Terra D'Alter, mientras el amigo de mi hermano nos contaba historias de los jugadores portugueses como Cristiano Ronaldo, Eusebio o el mismo Paolo Futre e incluso del paso de Diego Costa por la segunda portuguesa, y de su compañero de trabajo brasileño, Víctor Clean, amigo de David Luiz, bueno mejor dicho, de Gustavo Luiz; un David Luiz que llegó a Portugal para jugar también en un equipo de la segunda portuguesa y que después fue fichado por el Benfica para ser el quinto central y, en esas cosas de la vida, como le pasó a De Gea en el Atleti o a Casillas en el Madrid, por lesiones de los otros centrales acabó jugando y fichando por el Chelsea. Termina la comida y me llaman al teléfono, era Diego Díaz que preguntaba por los indios.
Ya
eran las 5 de la tarde portuguesas y quedaban menos de tres horas para
el partido, había que dirigirse hacia el estadio. Parecía mucho tiempo,
pero menos mal. Cuando llegamos al trasbordo para coger la línea azul
que nos llevaría al estadio, los accesos estaban colapsados. Así que
había que pensar en un plan B. Se vivían momentos de tensión, en la
calle la gente buscaba desesperadamente un taxi. Cuando íbamos a parar
uno, resulta que un chico ya lo había parado anteriormente, pero era del
Atleti y nos dijo que lo podíamos compartir.
Por
fin llegamos al estadio que se encontraba situado en el cruce de dos
autopistas. Había mucha mucha mucha gente y había que acceder al
estadio.
Mucha gente que estaba a la pesca de alguna entrada de reventa que se quedara colgada, pero era mucha gente. Los policías antidisturbios estaban preparados para lo que pudiera pasar, y podría pasar, porque lo zona estaba repleta de puestos de Heineken sirviendo cerveza. Se quiere evitar los problemas en los estadios de fútbol y el patrocinador más importante es un grupo cervecero...
Mucha gente que estaba a la pesca de alguna entrada de reventa que se quedara colgada, pero era mucha gente. Los policías antidisturbios estaban preparados para lo que pudiera pasar, y podría pasar, porque lo zona estaba repleta de puestos de Heineken sirviendo cerveza. Se quiere evitar los problemas en los estadios de fútbol y el patrocinador más importante es un grupo cervecero...
Los
nervios iban in crescendo, llamé a Sergio para vernos antes de entrar
al estadio, pero ellos estaban igual, se tuvieron que buscar un taxi y
se habían separado. Así que pasamos el cinturón de seguridad , doblaban un poco la entrada para ver que no es falsa y, como en
el parchís, por fin entrábamos en la casa.
Alrededor del estadio estaban abarrotados los puestos de la UEFA con merchandising de la final. Nos despedimos de mi cuñado que tenía la entrada en otra parte del estadio y nos quedamos un rato a ver si veíamos a Paco llegar.
Durante la espera pudimos ver pasar a Antonio Martín, exjugador de baloncesto del Real Madrid que debe ser aficionado del Atleti puesto que llevaba una bufanda rojiblanca. También vimos pasar al amigo de Divila, Cecilio Alonso, que también había jugado una final de la Copa de Europa contra la potente Metaloplástica de los 80, y a Xabi Alonso que entraba por una puerta VIP del estadio. Cuando nos íbamos a meter en el estadio, mi sobrino se encontró con uno de sus mejores amigos que es del Madrid y se desearon suerte.
Alrededor del estadio estaban abarrotados los puestos de la UEFA con merchandising de la final. Nos despedimos de mi cuñado que tenía la entrada en otra parte del estadio y nos quedamos un rato a ver si veíamos a Paco llegar.
Durante la espera pudimos ver pasar a Antonio Martín, exjugador de baloncesto del Real Madrid que debe ser aficionado del Atleti puesto que llevaba una bufanda rojiblanca. También vimos pasar al amigo de Divila, Cecilio Alonso, que también había jugado una final de la Copa de Europa contra la potente Metaloplástica de los 80, y a Xabi Alonso que entraba por una puerta VIP del estadio. Cuando nos íbamos a meter en el estadio, mi sobrino se encontró con uno de sus mejores amigos que es del Madrid y se desearon suerte.
Nos metimos en el estadio. No tuvimos que subir muchas escaleras porque el estadio está bajo nivel, pero al llegar a nuestras localidades vimos que estábamos en la antepenúltima fila del palomar, es lo que tiene no poder elegir las entradas a pesar de tener preferencia para adquirirlas. Allí estaban Paco y Santi haciéndose las fotos de rigor antes del comienzo del partido. A nuestra izquierda teníamos las cabinas de las televisiones pero no lograba distinguir a Sanchís y a García Calvo (no deberían tener a otro más colchonero para comentar).
No
había favorito en la final, el Madrid contaba con su historia, pero el
Atleti contaba con su temporada. Los dos equipos llegaban parejos a la
final, en 5 años habían ganado un número similar de títulos, pero el año
pasado, en la final de Copa en el Santiago Bernabéu, el Atlético había
inclinado la balanza.
El equipo salió a calentar y la afición rugía. Diego Costa era titular y Arda no estaba ni el banquillo. Los puntales del equipo en el ataque. Dieron las alineaciones del Real Madrid, que jugaba de local, y el Atlético de Madrid por los videomarcadores; Paco ovacionaba como nunca a Diego Costa, jugador al que siempre había apoyado. Volvieron a los vestuarios y dio comienzo la ceremonia de, llamémosle, inauguración, de la UEFA.
Los palcos ya estaban llenos, bueno no del todo, puesto que se veía alguna calva a pesar de
que durante el transcurso del partido se anunciara en los videomarcardores que había lleno. En el palco presidencial se podía ver a Platini presidiendo el partido junto al Rey, la Reina, el Jefe de Estado portugués, Anibal Cavaco, Rajoy y los dos presidentes, Florentino y Cerezo. Aznar estaba en la segunda fila un poco alejado de Florentino y separado de Botella que estaba en la esquina. Arriba estaban todos los puestos de los medios de comunicación que ocupaban varios sectores. Concluyó la ceremonia y apareció el embajador de la UEFA para esta edición de la Champions, Luis Figo, que le cayó la del pulpo desde el sector atlético.
Salieron
los dos equipos y sonó el himno de la Champions, piel de gallina, mucha
tensión, y la afición rojiblanca desafiaba y desafiaba al rival y cantaba el himno del Atleti. El partido
empezó con los dos equipos tanteándose. Diego Costa trotaba, no iba al
choque y en el minuto ocho se confirmó la cagada del Cholo, tuvo que reemplazarle el hombre con sangre de horchata, Adrián. A los jugadores
del Atleti se les veía atenazados y tuvo que ser Gabi el que saliera a
dar la cara, vaya partido que se marcó, habría sido el MVP, pero,
¿existe algún caso de MVP del equipo perdedor? (Diego Díaz me apunta que Jerry West en los Lakers y Orenga en Estudiantes (copa del Rey) fueron elegidos MVP después de que su equipo perdiera la final)
De
repente en la prolongación de un corner, Casillas sale a por uvas y
Godín mete gol. Al principio no sabíamos qué había pasado, cómo Casillas
había podido salir a vendimiar de esa manera, si era fuera de juego o
qué, pero no, el árbitro señaló el centro del campo. Casillas, el que
levantó esa Eurocopa y Mundial que pensábamos que nunca íbamos a ganar
nos podía dar la Champions que los rojiblancos pensábamos que nunca
ganariamos, paradojas. Después de eso ya solo iba a quedar ver al Pájaro
ganar los 100 metros lisos en los JJ.OO.
Celebramos
el gol con alegría contenida, quedaban aún muchos minutos. El Madrid
empezó a asediar el área de los rojiblancos que cada vez les costaba
más salir al ataque, el desgaste físico de la temporada y la baja de
Costa y Arda eran claves, además de la calidad de los jugadores blancos,
sobre todo Di María. Había que marcar otro gol, le decía a Paco, así no
íbamos a poder aguantar las embestidas blancas, era mucho tiempo.
El árbitro pitó el descanso. Paco me decía que estaba menos nervioso que
en Stamford Bridge y no tuve que darle aire. En los baños reinaba la
alegría contenida, pero aún quedaban 45 minutos, bueno, 50...
En el inicio de la segunda parte el Atleti apretó, pero no llegaba con
claridad a la portería de Casillas. Entonces Carletto, o Fardetto, como
le llaman algunos aficionados madridistas, sacó al campo a
Marcelo, lateral titular de la selección brasileña e Isco, mientras el
Cholo sacaba al indolente Sosa... El asedio se fue intensificando,
pasaban los minutos, el Atleti podía ganar la Copa de Europa a pesar de
los contratiempos, mi sobrino se quedaba sin voz, Paco se quedaba sin
tabaco. Quedaban 5 minutos y le dije a Paco que la flor del Cholo se iba
a imponer a la flor de Casillas, pero Courtois seguía sin ver la
tarjeta amarilla... Filipe Luis se lesionaba (el Atleti pierde cuando no está el brasileño como la temporada pasada en el Bernabéu y el Nou Camp) El árbitro concedió 5 minutos de prolongación y se
consumó la maldición. Sergio Ramos metió un cabezazo ante el
que nada pudo hacer Courtois. El guionista de la Champions era solo de
la Champions y había decidido que fuera la Champions de Sergio Ramos, el
que algunos aficionados madridistas llaman el facultades. Ya habíamos
perdido. La prórroga no tenía sentido, de hecho, estábamos mucho más
tranquilos, solo nos alteraba el trote cochinero de Sosa, carne de
Paquetes Atléticos. Y llegó el gol que tenía que llegar, el gol de Bale,
que, otra paradoja, inició su carrera en el Southampton, el equipo del
que el Athletic Club de Bilbao y, por ende, el Atlético de Madrid
tomaron sus colores, el guionista lo tenía todo controlado.
El
Madrid metió dos goles más y ganó la Décima en un partido memorable, no
por el juego, pero sí por lo que significa en lo que ha sido la
historia de los dos clubes, antaño rivales por antonomasia en la Liga
española y que ahora, por el devenir de los hechos, uno es una máquina
de generar dinero y el otro está afortunadamente controlado por
Hacienda, a pesar de sus ilegítimos propietarios. En el deporte todo son
ciclos y así como el Bayern, en positivo, o el Valencia, en negativo,
el Atlético de Madrid con Simeone puede tener su ciclo, pero Courtois ya
ha sido llamado por Mourinho... y el Atleti le sigue debiendo a
Hacienda por sus excesos del Gilifato.
Comentarios tertvlianos
Manu: "Grandísimo
artículo Nacho, qué gran periodista deportivo hubieras sido. El Atleti
es grande por gente como tu, inquebrantable, que lo sigue siempre contra
viento y marea. Tendréis vuestra oportunidad. Se que ahora es
complicado ver el lado positivo, pero la historia os debe ya más de una.
Ánimo crack, eres grande!!!!!!!"
Rubén: "Hay un tono claro de Fado en la narración.
Alegrías
a parte … he de decir que se me llenaron los ojos de lágrimas cuando un
hijo puta reportero no hacía más que preguntarle a un niño de 10-12
años que
qué sentía tras haber perdido, que si el atleti el año que viene,
etc……el niño con una balsa de lágrimas en los ojos a punto de romper a
llorar - pero contestando a lo que le preguntaban- …. y el cabrón del
periodista erre que erre.
Hubiese preferido un 4-1 al descanso"
Jorge: "Yo también hubiera preferido un 4-1 al descanso para no sufrir, pero ea, se ganó así y así vienen las cosas. Varias cosas:
El
Atlético ha hecho una gran temporada, ha jugado con sus armas y lo ha
hecho genial, ojo, el año que viene no será igual, sin las bajas que
tendrán ni la manera que le van a jugar los equipos.
Por otro lado, el Cholo es igual de macarra que cuando era jugador (en la derrota casi todos son iguales)
Ganar una Champions tirando medio tiro a puerta se antoja complicado"
Luis: "Fue una fea final en cuanto a lo deportivo pero apasionante y preciosa
por la emoción. El calendario es cruel para todos, pero el Madrid tuvo
la suerte de pelear hasta el final y de tener un poco más de fuerza por
el hecho de haber tirado la liga en las últimas jornadas. El guionista
cruel, dio la sensación de tenerlo todo controlado hasta los golpes y
faltas que debía dar cada uno e incluso los minutos en los que debía
cambiar el argumento del partido.
Final cruel para los atléticos y glorioso para el Madrid que se hizo con su Décima Champions, la deseada desde hace 12 años.
Que grande es el futbol !!"
Ante la súplica wasapera de Yellowfin en el minuto 85, le tuve que adelantar:
Ante la subsiguiente súplica wasapera de Yellowfin en el descanso de la prórroga le tuve que adelantar:
"Veo gol de Bale".
A
los guionistas no nos gusta adelantar la trama, pero aprecio mucho a
Yellowfin y no podía dejar que siguiera con ese sufrimiento."