25 abril 2024

El Muro Amarillo

El Muro
La semana pasada se resolvieron las eliminatorias de los cuartos de final de la Champions League de la temporada 23/24 pasando de ronda el PSG, Borussia de Dortmund, Real Madrid y Bayern de Múnich. El Atlético de Madrid se emparejó con el Borussia de Dortmund, a priori, el equipo más asequible de los que quedaban en liza, lo mismo pensaría el Dortmund; pero el Atlético de Madrid de estas últimas temporadas dista bastante de aquél infranqueable y que era como un dolor de muelas. Un estilo de juego que se calificaba de antifútbol o de equipo pequeño que le llevó a ganar una Liga, una Copa, dos Europa League y llegar a dos finales de Champions frente a un equipo que, precisamente en estas últimas temporadas, está siendo infranqueable, un equipo grande que sabe defender.

Cargados de ilusión
El partido de ida de la eliminatoria en el Metropolitano tuvo un resultado de 2-1 que supo a poco puesto que el Atlético de Madrid podría haberla dejado sentenciada en unos primeros 60 minutos de gran fútbol, pero los males que le vienen acuciando durante esta temporada (baja forma, calidad de los jugadores, falta de ambición...) no le permitieron ampliar esa ventaja. Así que había que jugársela en el Westafalenstadion, uno de los estadios más míticos de Europa, doy fe. No podíamos faltar a la cita. La preparación del viaje no fue fácil: la alta demanda, el precio desorbitado del chárter, los descuentos posteriores, las listas negras, la descoordinación entre cluz y peñas, infracciones de la ley de protección de datos..., pero al final pudimos embarcarnos.

Piloto polaco

A las 8 de la mañana estábamos Alfred y yo embarcando en nuestro último chárter fletado por la Unión de Peñas, un avión de origen polaco con un tren de aterrizaje a prueba de pilotos polacos. 

Cámara onboard
A las 11 de la mañana el autobús que nos esperaba en el aeropuerto de Colonia salió camino de Dortmund. El viaje se demoró más de lo previsto debido a las obras que había en la autopista. 

El conquense
Durante el trayecto pudimos hablar con otros aficionados, peñistas y no peñistas. Uno de ellos había viajado mucho con el equipo, había estado en Londres en las semifinales de la Europa League en 2018 y era de Cuenca, sí, era él, al que Paco le había invitado a una cerveza en la previa. Decía que había ganado en todas las eliminatorias que había viajado, ya no.

Llegamos al Westafallenstadion y una vez que nos dieron nuestras últimas tarjetas de embarque para el chárter de vuelta nos dirigimos en metro hacía el centro donde nos esperaban los demás componentes de la expedición. En el metro nos encontramos a unos chavales que salían de clase y nos decían que iban a ganar, nosotros no nos lo creíamos. 

Peña atlética alemana
Schnitzel
Llegamos al restaurante Benediktiner que estaba muy cerca de la fan zone del Atleti. La peña atlética de Alemania había reservado en ese restaurante y allí quedamos nosotros para saborear los típicos platos germanos. 

Los expedicionarios
Allí nos esperaban Paco y Sergio que habían volado en el chárter del cluz, Fernando y Jorge que venían de Copenhague y Santi que había estado de visita turística por la maravillosa ciudad de Düsseldorf. Había mucho ambiente en el restaurante, se cantaba el himno del Atleti mientras los camareros servían jarras de litro de cerveza alemana. Degustamos unos codillos y unos schnitzel y de postre un par de apfelstrudel.

Cómo estaba la plaza
Hermanos cantando
Finalizada la comida nos dirigimos a la fan zone que estaba en la plaza central de Dortmund. Se oían los cánticos de los aficionados a medida que nos íbamos acercando. Nos colocamos en un lado de la plaza para contemplar el ambiente que había. 

Los otros lateros
Nuevos productos
Los hermanos se encontraban encaramados a la fuente de la plaza sin parar de cantar canciones de ánimo al cluz y otras. Unos iban a los bares a aprovisionarse de cervezas y otros iban al supermercado a comprar los nuevos productos que consisten en combinados de bebidas espirituosas y refresco en una misma lata. 
Con los hermanos
En Alemania también hay lateros, pero en vez de venderte la lata te la piden para reciclar. Me encontré entre los hermanos a José Luis y Pablo con sus lunares; Pepe, desafortunadamente no pudo venir.

Corteo
A las 17:30 la policía dortmundesa empezó a convocar a los hermanos para empezar el corteo, pero nadie acudía. Finalmente, los hermanos acudieron y a las 18h dio comienzo el corteo hacia el estadio. Un corteo que fue multitudinario, más de 3.000 hermanos camino del Westafalenstadion. 

Bengalas
La policía iba haciendo paradas, supongo que para reagrupar a los hermanos. Algunos de los hermanos encendían bengalas, quizá porque estaban prohibidas dentro del estadio. Durante el corteo los dortmundeses nos saludaban, nos hacían fotos y vídeos. 

Dortmundés saludando
Se asomaban a la ventana y saludaban y los hermanos les dedicaban cánticos. Los hermanos iban pasando por boxes hasta que llegamos a las inmediaciones del estadio. Santi y Alfred pararon para dar cuenta de unas bratwursts que casi les hacen perderse el inicio del partido y es que la entrada al estadio fue muy lenta, debido a la escasez de puertas para los aficionados visitantes y a los cacheos habituales. 

Llegando al estadio
Mítico

Los aficionados del Borussia nos seguían saludando, el ambiente era formidable, sin ningún tipo de altercado. Me encontré con Luismi y le presenté a Fernando y Jorge también se presentó. Cuando nos disponíamos a entrar llegó el autobús del equipo que se retrasó más de lo habitual. 

Entrada de visitantes
Tuvimos suerte y Paco, Sergio y yo conseguimos entrar relativamente pronto al estadio porque el colapso era considerable. No pudimos disfrutar de los aledaños del estadio porque si no no entraríamos a tiempo. Subimos a nuestros asientos y el estadio ya estaba bastante poblado, sobre todo el fondo sur, el Muro amarillo, IMPRESIONANTE, no se veía ni un hueco, ni rastro de las escaleras de acceso, solo se veían negro amarillo y las cabezas de los dortmundeses. Imponía, esa puesta en escena, la verticalidad de la grada, miles de dortmundeses cantando. La música ayudaba a crear esa atmósfera sobrecogedora. Cantaron la marcha triunfal de Aida y el You'll never walk alone.

Westafelstadion
Bengalas
Hermano
Paco y yo estábamos en una fila delante de Sergio, Alfred y Santi que llegaron al inicio del partido de milagro. Los que sí que estaban detrás eran Ivanchu y sus hermanos, que se habían animado a venir al desplazamiento, una grata sorpresa. Había hermanos arriba y abajo. Fernando y Jorge estuvieron con los hermanos de abajo que encendieron las bengalas que no pudieron encender en el corteo.


El Muro
Salieron los jugadores y empezó a sonar el himno de la Champions. El partido no empezó bien, Morata falló una ocasión solo delante del portero, incomprensible para ser el capitán de la selección española. Un jugador con una moral de cristal o como se quiera llamar. Una lástima. El Borussia empezó a atacar y sabía por dónde hacerlo, por el punto más débil del equipo rojiblanco, el flanco derecho donde "juega" el incomprensiblemente campeón del mundo Nahuel Molina. Y por allí llegaron los dos goles que pusieron al equipo germano por delante en el marcador. 

¿Qué estarían pensando?
No pintaba bien y Hermoso con tarjeta, además de Azpilicueta. A la vuelta del descanso el equipo salió más enchufado y pudo remontar el partido para igualar a 2 en el marcador, pero, como un reflejo de lo que ha sido toda la temporada, en un par de minutos la frágil defensa atlética encajó dos goles que noqueó al equipo sin capacidad de reacción. Un equipo sin físico y sin actitud. Una plantilla que se ha ido devaluando temporada tras temporada mientras Mr. Forbes sigue escalando posiciones. Una plantilla escasa de calidad con la que el Cholo hace lo que puede dentro de sus limitaciones porque quizá el 5-3-2 ya no sea el esquema que más se adapte a los jugadores actuales.

Terminó el partido y no tuvimos que esperar, como en otras ocasiones, a que la policía nos dejara salir. El ambiente era sano, los dortmundeses nos saludaban y nosotros les deseábamos suerte para la próxima ronda.

Nos dirigimos al autobús que nos llevaría de vuelta al aeropuerto de Colonia. A las 3 de la mañana conseguimos despegar para aterrizar en Barajas a las 6 de la mañana, estar media hora esperando a que llegaran las jardineras. Así que a las 7:15 de la mañana llegué a casa de mi último viaje en chárter.

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30 noviembre 2023

Los Hermanos de Rotterdam

Esta semana se disputó la 5ª jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones 2023-2024, jornada que ha dejado al borde del abismo a equipos históricos, como el Manchester United, y no tan históricos, como el PSG.

La red de frutas
El Atlético de Madrid ha conseguido la clasificación para los octavos de final de la competición por 9ª vez en las 11 temporadas completas que el Cholo Simeone lleva dirigiendo el equipo en el partido 100 en la Champions League que enfrentó a su equipo contra los holandeses del Feyenoord de Rotterdam, el equipo más importante de la ciudad, el segundo es el Sparta. El partido se disputó en la "bañera", que es cómo se llama al estadio del equipo holandés, y donde la selección española de Luis de la Fuente levantó este año el trofeo de la Nations League. 

Swoosh invertido
La expedición para este partido fue exigua, con sólo tres componentes, que casi se queda en sólo dos gracias a la cancelación del vuelo de vuelta de Santi en Transavia. Santi volaba desde Gran Canaria y nosotros desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas en el primer vuelo de la mañana de Air Europa hacia Amsterdam. Llegamos en hora al aeropuerto que se encontraba muy concurrido, sobre todo de aficionados colchoneros y es que el viaje organizado por la Unión de Peñas también había optado por volar en el mismo vuelo que nosotros, a otro precio. Íbamos acompañados de nuestros hermanos. El vuelo se desarrolló sin ninguna incidencia y a la hora programada estábamos aterrizando en Schipol. Este aeropuerto tiene estación de tren por lo que allí mismo pudimos coger un tren directo a Rotterdam que en media hora nos dejaba en el centro de la ciudad.

Pequeño Manhattan

Canal neerlandés
Tuvimos la fortuna de tener un día muy soleado por lo que nos animamos a acercarnos andando al hotel en el que nos íbamos a alojar. La ciudad de Rotterdam es una ciudad renacida cual ave fénix y es conocida por su arquitectura contemporánea puesto que quedó arrasada después de la segunda guerra mundial. La verdad, es que los edificios diseñador por arquitectos como Norman Foster, Piet Bloom, Rem Koolhaas bien merecen una visita a esta ciudad portuaria, su comida, no.

Movilidad
Bajamos por el canal que discurre por el barrio de Blaak y cruzamos el puente Erasmus apodado el Cisne que ofrece grandes vistas al Wilhelminapier.

Wilhelminapier
En el paseo no nos cruzamos con muchos vecinos, el grupo más numeroso fue el de los turistas que se alojaban en un crucero. Llegamos al hotel que por fuera tenía la pinta de ser un 4 estrellas ochentero venido a menos, pero estábamos equivocados, el hotel acababa de ser reformado y sus instalaciones nos gustaron mucho, sobre todo a Paco. Hicimos el check in con una recepcionista bipolar y subimos a la habitación a dejar las cosas. 

Clásicas
Flanders classics
Antes de ir al centro a buscar literalmente algún sitio para comer, nos tomamos una cerveza en el bar del hotel. Pedimos una Júpiter y una Leffe. Dimos cuenta de ellas y cogimos el metro para acercarnos al centro. El billete de metro costaba 4.50€ con lo que compramos el billete de día que costaba 9.50€ que pensábamos que nos saldría más rentable. Nos bajamos en la estación del Ayuntamiento y ahí comenzó nuestra odisea para encontrar algún sitio decente para comer. Sonaron las campanas en Beurs.

Como tú
¿Qué es típico de comer en los Países Bajos? No sabemos, una chica por la calle tampoco lo sabía y nos dijo que quizá las hamburguesas y nos mandó al Burger King. Lógicamente, proseguimos nuestra búsqueda hasta que, después de unas cuantas tiendas de zapatillas, nos metimos en un local que ponían cervezas y sandwiches. Una dulce camarera residente en el barrio de Fejenoord que le gustaba Griezmann nos recomendó tomar el snack típico neerlandés, las bitterballen, parecidas a unas croquetas que estaban muy ricas. Las acompañamos de unas Aflligem, o ¿era al revés? 

De la isla
Después de despedirnos de As-u, retomamos la búsqueda de un restaurante en condiciones para aprovisionarnos de cara al partido. Finalmente encontramos un buen restaurante junto al mercado, el Loetje. 

Delicioso gofre
Allí pedimos unas hamburguesas, unas patatas fritas, que también son típicas y unas Texels de las isla neerlandesa de Texel. Y de postre un rico gofre, que, aunque es típico de la vecina Bélgica, estaba muy rico. 



Cubos rallantes

Pagamos y nos dirigimos a la zona donde se encontraban los hermanos colchoneros, el Old Rotterdam. Pasamos por el bosque de cubos de Blaak, unos cubos interconectados diseñados por Piet Blom que ahora es un museo.
Paco con sus hermanos
Tomamos un pequeño callejón y al llegar al muelle nos encontramos con los hermanos. Había tres locales de restauración, pero sólo uno dejaba sacar la bebida a la calle. Paco se pidió una cerveza. Los hermanos entonaban los clásicos cánticos, no siempre de apoyo al equipo.

 

Hermano
Mujer gitana

Santi, ¿dónde estás? Estaba ya en el bus del aeropuerto camino a nuestro encuentro. Paco se tomó otra cerveza. Había hermanos que cantaban mucho. Se cantaba a la mujer gitaba. Empezaba a chispear y, por fin, llegaba Santi. Nos pedimos tres Moretti para celebrarlo. Cada vez había más afluencia de público, era difícil moverse por el muelle. Se pegaban pegatinas. Los de seguridad no daban abasto. Hermanos de todos puntos de Europa, Belgica, Polonia, Alemania...
Pegatinas

Los navales
El club informa de la puesta a disposición de dos trenes exclusivos para los aficionados rojiblancos, uno para la ida y otro para la vuelta. Llega la hora de salida, Paco y Santi se van con los hermanos, bajo la lluvia, yo me quedo con los ingenieros navales exiliados, España, poco futuro y pocas condiciones. Llueve más. Uno tiene una rata en la casa, un clásico.



Estación y mercado

Me tengo que ir y me encamino a la estación de Blaak para coger un Sprinter (un cercanías) y al entrar me pasa lo mismo que en Madrid, los billetes no están integrados. Afortunadamente, hablo con un neerlandés que no se entera y consigo bajar a los andenes repletos de aficionados rojiblancos, en este caso, del Fejenoord. El surinamés se siente pequeño.

La bañera

Hermanos
Por fin llego al estadio, había que sellar el billete para salir, pero había tal pitote montado que las puertas están abiertas. Cuestión de dimensionamiento. Iba a dar una vuelta por los aledaños del estadio, pero vi que en la entrada de la afición visitante también había otro pitote. Sólo había tres tornos, por lo que me apresuré a meterme en el mogollón para poder llegar hasta mis hermanos. 

Hermano polaco
La música en el estadio era ensordecedora, por lo que se ve, en los 90 surgió un estilo techno en la región. Los equipos, que estaban calentando, se metieron en los vestuarios para terminar de vestirse y comenzó a sonar el himno de la Chaaaaaampions. La clásica pitada de los hermanos al himno y comienzan a cantar su himno. El partido se inició con ritmo, el Atleti consiguió desactivar la salida en tromba del Fejenoord y, con fortuna, a mitad de la primera parte se puso por delante del marcador gracias a un gol en propia meta de Geertruida que no es un personaje de Asterix, sino del equipo roterdamés. Nos vamos al descanso con ventaja y la sensación de tener el partido controlado. Griezmann además de guapo también es muy bueno.

Con la estrella de MxM
En el descanso aprovecho a visitar a un hermano venido de Bélgica y estrella de MxM y comienza el segundo tiempo. Hermoso mete un gol de churro (no estaba tirando) y parece que esa ventaja va a permitir una segunda parte plácida para el equipo rojiblanco, cuando en la salida de un corner lanzado por el Fejenoord, remató Wieffer, mientras Janandoni Oblakzarreta se tiraba a cámara lenta para ver cómo el balón se alojaba en las mallas. Pero esta vez, la suerte estaba del lado del equipo de la ribera del Manzanares y el delantero Santi Giménez metía otro gol en propia meta. Barrios pisa mal, nadie se da cuenta. Los aficionados empiezan a cantar olés. Los aficionados cantan Yo te amo. Los aficionados cantan Mujer gitana y vuelven a cantarla. Los aficionados siguen cantando. Los aficionados cantan Yo soy Atleti.

Con el pitido final, los jugadores se congratulan por conseguir la clasificación para la fase final de la Champions League 2023-2024 y se acercan a celebrarlo con los aficionados. Sólo queda asegurar la primera posición del grupo en la última jornada frente a la Lazio de Roma.

Ya es Navidad


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17 marzo 2022

Mientras otros duermen, Nosotros soñamos


Este pasado martes se disputó el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League 2021-2022 que enfrentaba el Manchester United y al Club Atlético de Madrid S.A. en el Teatro de los Sueños de Bobby Chalton, Old Trafford, uno de los estadios más grandes de UK, con mucha leyenda pero poca estética. 


La eliminatoria venía empatada del partido de ida dando igual el marcador puesto que, tras muchos años, desaparecía el valor doble en campo contrario que, por ahora, no ha traído de vuelta los cerrojazos. El equipo colchonero venía de una buena racha de resultados dejando atrás un par de meses desastrosos coincidiendo con la desaparición de las alineaciones de ciertos jugadores como Felipe y Hermoso. El ManU no termina de ser un equipo y van muchos años, una década se puede decir, pero venía de un hat trick de Serresiete que finalmente ha sido eliminado en Champions por el Atlético de Madrid, una estadística rota como tantas otras durante esta temporada, veremos si se rompe alguna más de las que tiene pendiente el Cholo. El Atlético se ha convertido en el primer club que elimina a los tres campeones ingleses de la Liga de Campeones.
Ian Curtis

En esta ocasión nuestra expedición se acercó a la maravillosa ciudad de Manchester desde varios puntos de origen. Alberto y yo aprovechamos a salir el lunes por la tarde con un vuelo de Iberia con código compartido con BA y escala en Londres. Si ya volar en tiempos de pandemia es complicado, la gymkana se complica cuando vuelas a UK y más precisamente a Manchester, uno de los peores aeropuertos de Europa. No pudimos sacar la tarjeta de embarque online y tuvimos que acercarnos a los mostradores. Alberto no pudo obtener la tarjeta del segundo segmento del viaje por lo que en Heathrow tuvimos que solicitarla. Afortunadamente, una amable asistente de BA nos la dio en la conexión. 

Una vez aterrizados en Manchester nos guardamos la mascarilla y cogimos el tren hacia el centro de la ciudad. Hicimos el check-in cada uno en su alojamiento y nos fuimos a tomar algo mientras esperábamos a Santi que venía desde Las Palmas. 
Characters
Me fui a cenar un ramen y Alberto se quedó en una cervecería de charla con el holywoodiense Nigel. 

A las once cerraron el local y salimos en busca de algún pUb abierto por la zona del Nothern Quarter donde tomar la penúltima. 


El pUb

En la High Street encontramos un acogedor pUb llamado Gullivers, nombre apropiado para todos los personajes que allí se dan cita un lunes. Alberto se pidió otra pinta de Ale, Stout, IPA, ya no recuerdo y nos sentamos en una mesa con el callado Nigel observando a los personajes del lugar cuando apareció Santi que venía de marcarse un MAD-LPA + trabajo + LPA-MNC. Santi con su pinta en la mano intentaba contestar a las inquisiciones de Nigel viendo como uno de los veteranos de la barra se tambaleaba. 
Nigel, el Cascante

A la una menos diez el doble de Neil Rodgers tocó la campana y los hermanos Navirro se pudieron las últimas pintas. Salimos del pUb a la una y media y enfilamos la High Street de camino a nuestros aposentos, me despedí de los hermanos Navirro y nos citamos para el desayuno.

El canal
Al día siguiente fuimos a una cafetería alojada en una antigua fábrica que habían recomendado a Alberto y que estaba muy chula. Nos hicimos unas fotos en lo que parecía ser uno de los canales que cruzaban Manchester y fuimos a dar una vuelta por la ciudad mientras esperábamos a que aterrizaran Mar y Paco que venían en el charter de la Unión de Peñas que les había citado a las 05:45h en Barajas. 

Las cervezas
Bajamos la Market Street y a falta de Free Walking Tour, que poca falta le hace, visitamos la catedral que fue arrasada durante la WWII como casi toda la ciudad de Manchester. Después nos acercamos a una tienda de cervezas donde los hermanos Navirro adquirieron unas cuantas cervezas para consumirlas, casi todas. De allí fuimos al vacío Cane&Grain donde nos invitaron a quitarnos las bufandas. Los hermanos Navirro pidieron unas Guinness y llegaron Paco y Mar desde Old Trafford, dónde les había dejado el bus del charter. 
Tomaron otras dos rondas de Guinness y nos fuimos a buscar un sitio de comer. 

La expedición y las pintas

El pie de carne
Paseamos por el Nothern Quarter y terminamos por meternos en pub hipster a tomar unas pintas y un pie de carne con gravy. Los hermanos no se quedaron a tomar el pie y se fueron a visitar una fábrica de cervezas. Cuando acabamos de comer bajamos al Sinclair's Oyster Pub que es donde estaba concentrada la afición del Atleti para desde allí partir a Old Trafford. 

Sinclair´s Oyster Pub

La afición se hidrataba mientras entonaba cánticos dedicados a gente que pasaba por allí como Domínguez o una abuela

Pidiendo invitaciones
Se echaba de menos a Josito el Míster. Había algunos manchesterianos que se querían "unir" a la fiesta, pero los majos policías manchesterianos se encargaban de pedir las invitaciones.

Nos pedimos unas cervezas y esperamos a los hermanos Navirro que pronto aparecieron de degustar las cervezas de la fábrica. 
El corteo
Seguimos hidratandonos, la afición cantando, pero tanta hidratación iba pasando factura a la expedición y Santi se acercó a por avituallamiento sólido; cuando volvió apareció mi sobrino Fernando que venía desde Copenhague, el último de la expedición, sí, porque Sergio se quedó planchando one more time. La expedición retomó fuerzas y nos incorporamos al corteo hasta el estadio. Antes Fernando y yo nos quedamos a por el último avituallamiento líquido para la expedición.

Pausa de deshidratación
El corteo empezaba a caldearse a medida que iba cruzando la ciudad. Los manchesterianos vociferaban a los aficionados rojiblancos que no dudaban en arrojarles sus bebidas de hidratación o cualquier otro elemento de mobiliario urbano que encontraban a su paso. 

Old Trafford
Afortunadamente la policía manchesteriana hizo un buen trabajo y tras una hora de caminata por una autovía llegamos al teatro de los sueños, aunque alguno casi no llega.

Tornos

Nos agolpamos en la entrada esperando a que nos cachearan y poder pasar por los clásicos tornos estrechos de los estadios británicos. Durante la espera la afición se animaba. Nos dirigimos a nuestros asientos que tuvimos la fortuna de estar junto al Frente y sus invitados del Fortuna de Düsseldorf que también son socios del Atleti. Los hermanos Navirro no aparecían y es que Santi había perdido el móvil. 

Salieron los jugadores a calentar y la afición con las manos en alto animaba. Se anunciaban las alineaciones por la megafonía del estadio, salían los jugadores, sonaba el himno de la Champions y echaba el balón a rodar. Apretaba en la presión el ManU y el Atleti estaba impreciso en el control de la pelota. A mediados de la primera parte el equipo rojiblanco conseguía salir de la presión, marcaba un gol Joao Felix a pase de Llorente y la grada literalmente se caía, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego. 

El himno

En las postrimerías de la primera parte el equipo trenzaba una buena jugada que finalizaba con cabezado del acertadamente reconvertido Renan Lodi y se volvía a caer la grada y mi integridad resistía. Los rojiblancos se ponían por delante en la eliminatoria. El árbitro pitaba el final de la primera parte y los jugadores enfilaban el camino a los vestuarios.

Afición animando
En la segunda parte el Manchester United salió a apretar buscando el empate, pero sin éxito. Afortunadamente este Manchester United, a pesar de estar repleto de buenos jugadores, tiene poco de equipo y eso que su entrenador, Ralf Rangnick venía con una buena trayectoria en la Bundesliga, pero de Director Deportivo. EL Atleti se defendió como en los mejores tiempos del cholismo gracias al partidazo de jugadores como Griezmann, siempre apoyando a Llorente en su banda, el propio Llorente, Joao Félix o Savic. El marcador iba desgranando los minutos y poco pasaba en el partido. En el minuto 67 el ManU hacía un triple cambio introduciendo gente fresca en el centro del campo, Pogba, Matic y Rashford y el Cholo no hacía ninguno. La afición rojiblanca seguía animando con las manos en alto, pero nerviosa porque el Cholo no introducía cambios para contrarrestar los cambios hechos por el ManU. Por fin, en el minuto 80 el Cholo llama al tres piernas y sale al campo Kondogbia por el capitán que se encargó de pasarle parsimoniosamente el brazalete de capitán a Oblak, un Oblak muy mejorado.

¡A cuartos!
El árbitro concedió 4 minutos de descuento y Fernando puso en marcha el cronómetro, qué lento iba, no corría y para colmo entraba al terreno de juego Felipe por un gran Joao Félix que poco a poco va dejando su indolencia de lado para dejar brillar su excelente calidad. Queda un minuto, sale el balón fuera y otro cambio, salía del campo Griezmann, el capitán en la sombra y entraba Angelito para sumar un nuevo partido para su placa y perder más tiempo, algo que parece están empezando a aprender. Pitó el árbitro el final del partido y la afición estalló con las manos en alto, estábamos clasificados para cuartos después de una fase de liguilla desastrosa.

Los jugadores se acercaron a celebrar la victoria y agradecer el apoyo de la afición. Nosotros ya nos íbamos quitando los nervios de encima. Los jugadores se fueron al vestuario a celebrarlo.

EQUIPO

Algunos jugadores tuvieron que atender a las televisiones y cuando terminaban se iban acercando a la afición. Uno de ellos fue Antoine Griezmann que aprovechó para reconciliarse con la afición y esta le respondió con su cántico más celebre. Después se acercó Joao Félix con la camiseta de Griezmann que, como aún no tiene cántico, la afición le coreó el nombre. El siguiente fue Oblak que vino seguido de Giménez y de todo el equipo que salió del vestuario para celebrar la victoria y la clasificación con la afición que coreaba a los jugadores. Tomás Reñones aprovechó para regalar equipación deportiva a los aficionados.

Finalmente nos dejaron salir del estadio. Nos despedimos de Mar y Paco que se iban al bus para coger el charter de vuelta y nosotros nos dirigimos al tranvía. La pequeña estación del tranvía estaba hasta los topes, algo incomprensible para un estadio tan grande, así que decidimos ir andando y parar a tomar algo de cenar en el camino. Paramos en un restaurante y pedimos unas pintas y unas mini hamburguesas cuando apareció Nigel con su colega; estaba un poco upset con el partido, parecía que hubiera visto otro partido.

Pedimos un Uber y nos fuimos a nuestro Gullivers donde Neil Rodgers se encontraba sirviendo pintas. El pUb estaba bastante lleno, nos pedimos unas pintas y nos sentamos. Muchos manchesterianos se acercaron a felicitarnos por la clasificación y nos contaban con su acento cerrado lo desencantados que estaban con el equipo y los Glaciers. Sonó la campana y los hermanos Navirro pidieron las últimas pintas.

Los incombustibles hermanos Navirro

Esta última crónica que insistentemente solicitaba uno de los expedicionarios va dedicada a nuestro gran consultor tenístico Manu "Raquetas", Manulovic. (Consultorio 1Consultorio 2,Consultorio 3,Consultorio 4)