
No voy a hablar de los partidos de octavos de la Champions en los que los equipos locales no han marcado ni un sólo gol.
Voy
a hablar del pasado fin de semana en el que volé a tierras escocesas
para acudir a un partido de la SPL, la Scottish Premier League.
Llegamos
a la ciudad de Edimburgo el jueves por la noche con el fin de poder
disfrutar de la ciudad y el sábado movernos a Glasgow para acercarnos al
mítico Celtic Park del Celtic de
Glasgow,
campeón de Europa en el
67, donde se canta el You'll Never Walk Alone
En
el trayecto de autobús del aeropuerto al hotel tuvimos el honor de
conocer a Raúl Campos, el elegido como mejor busero de UK en 2013, un
auténtico crack:
Gracias
a sus consejos nuestra estancia en Edimburgo fue suprema. Le hicimos
caso y nos dirigimos a cenar al Standing Order; allí ya pudimos notar
que en UK se respira deporte por los cuatro costados. Las banderas de
las seis naciones se encontraban colgadas everywhere.
Es
un pub donde la mitad de los camareros/as son españoles y donde te
puedes
tomar desde unas backed beans hasta un Irn-Bru, bebida que ha superado
en ventas a la propia Coca-cola en el territorio escocés; es como un Red
Bull pero sin que te ponga las pilas.
El viernes, con el día de perros que
hacía, llegó a nevar, acudimos a visitar el Museo del Whisky. Entre las
innumerables botellas de whisky que pudimos contemplar nos encontramos
con unas de equipos de fútbol portugueses como el Oporto, Benfica,
Sporting, otras con
forma de bolsa de palos de golf y otras con forma de
balón de fútbol dedicadas para eventos futbolísticos. En UK hay todo
tipo de deportes: fútbol, rugby, golf, polo, cricket, tenis, dardos... y
carreras de caballos que se disputan todos los días del año salvo el
viernes santo y el día de Navidad.
Entramos por las estrechas puertas casi de lado. Estas puertas son tan estrechas para evitar las avalanchas de aficionados como la que ocurrió en Hillsborough en la que murieron 96 personas. Sonaban canciones de pop británico como suele ocurrir en los campos británicos.
El partido se inició con los Hibs atacando y pronto se pusieron con un 2-0 en el marcador. Algunos jugadores no parecían jugadores de fútbol, más de rugby, como el griego número 26 Oikonomou del Ross County, un lateral izquierdo que no tenía cintura alguna, pero seguro que lo hace mejor que Insúa.
En el descanso los aficionados aprovecharon para reponer fuerzas o para apostar, deporte nacional de los británicos, y nosotros también probamos suerte, pero sólo la probamos porque ni el 4-1 ni el 4-2 subió al marcador.
Lo cierto es que el juego desplegado dejó bastante que desear y en la segunda parte, con el bajón físico, empezaron a verse más pelotazos y a oirse en la grada el "in the box". En la grada había mucho niño y es que estos son los horarios que hacen afición.
Y aquí podeis ver unos videos del partido.