09 diciembre 2007

Aquellos maravillosos años

¿Cómo hemos llegado a este punto? Os vamos a explicar a los más jovencitos, que no nos entendéis del todo, algunas cosas que deberíais saber. Nuestra enfermiza afición por el deporte se gestó en la mítica e inolvidable década de los 80. Recordamos con melancólica añoranza aquellos días en que nuestra mayor ilusión se cumplía en el patio del colegio, cambiando los cromos de fútbol, cuando los futbolistas eran auténticos ídolos para nosotros.
Esos inolvidables recuerdos del increíble y catatónico 12-1 a Malta, de la Eurocopa del 84, de aquella madrugada de Querétaro en el 86, o de los “90 minutti en el Bernabeu son molto longo”. Los días de las arrancadas geniales de Perico en el Tour, que se unían a despistes clamorosos que nos acercaban aún más a él. Los días en que unos españolitos desvergonzados (Corbalán, Epi, Fernand
o Martín & cía) desafiaban a todo un imperio inalcanzable en los JJOO de Los Ángeles 84. Los años de Lorenzo Rico y Cecilio Alonso, de José Luis González y José Manuel Abascal, de Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, de Marta Cantón y Marta Bobo, de Paco Sánchez Jover, Luis Doreste o Blanca Fernández Ochoa. Algunos como Severiano Ballesteros y Ángel Nieto eran llaneros solitarios en el panorama de triunfos escasos del deporte patrio.
Las victorias de los españoles llegaban casi por remota casualidad, por una especie de conjunción de astros afortunada. Eran los años en que todo el país se paralizaba para ayudar a una niña, de nombre Arancha, a noquear inesperadamente a la invencible Steffi Graf. Aquellas temporadas en las que ganar la Copa de Europa de fútbol era un imposible año tras año, triunfar en pista rápida en tenis estaba aún muy lejos, ganar un Tour era una heroicidad titánica, tener un piloto de Fórmula 1 era un chiste malo (y no digamos ganar el campeonato), traer a nuestras vitrinas un Mundial de baloncesto no entraba en nuestros planes más ambiciosos. Veíamos año tras año las finales de Copa Davis entre suecos y australianos con indisimulada envidia, y conseguir más de 4 medallas en unos JJOO era motivo de fiesta nacional celebrada durante meses.
Pese a lo que pudiera parecer, aquello tenía mucho encanto. Todo nos parecía más auténtico, quizá porque nuestra óptica era mucho más ingenua, más limpia. Disfrutábamos con mucha más intensidad de cada victoria de uno de los nuestros por el mundo, porque quién sabe cuándo llegaría la siguiente. Esos años en que los triunfos de los españoles eran tan esporádicos alimentaron nuestra inquebrantable afición al deporte, que ya nunca abandonaremos. Han pasado más de 20 años de todo lo que os contamos y todo ha cambiado mucho. El mítico y genial Indurain cambió el panorama y la mentalidad por completo, Barcelona 92 nos afianzó aún más, y poco después fuimos testigos del dominio español en el siglo XXI, personificado en los Alonso, Nadal, Gasol, Pedrosa, y tantos y tantos más. Los aficionados adolescentes de hoy en día habéis perdido esa ilusión soñadora con la que nosotros vivíamos cada partido o competición. Os habéis acostumbrado a que ganemos, y os aburrís si quedamos segundos, cambiáis de canal, os ponéis a jugar a la PS u os engancháis al Messenger.
No entendéis que si están televisando un mundial femenino de balonmano, un cross internacional o un europeo de esgrima, aún nos pongamos clandestinamente frente al televisor sin que nadie se entere para ver si los nuestros son capaces de ganar, porque crecimos en un tiempo en el que ver ganar a un español era la HOS...



¿QUÉ RECUERDAS DE AQUELLOS AÑOS? CUÉNTANOSLO

Intangibles: Lo que los Números no Dicen

En un domingo de final de puente los tertvlianos, y en concreto Pepe, aprovechan para sacar otra teoría a relucir:

LOS INTANGIBLES

Concepto de difícil explicación, tienen en el mundo del deporte una importancia no siempre apreciada por el gran público. ¿Cuándo se dice q un deportista posee “intangibles”?

Pues generalmente cuando su importancia en el desarrollo de la competición es superior a lo q dicen sus números o estadísticas.

Hay deportes en que los intangibles tiene mucha importancia, por ejemplo el ba-lon-ces-to. En el deporte de las estadísticas por excelencia, los expertos y técnicos saben q éstas son muchas veces engañosas. Hay jugadores q acaban un partido con unos números aparentemente discretos pero q han jugado un gran partido, y viceversa. Manejar el "tempo" del partido, defender bien, saber bloquear al compañero, obstaculizar tiros del rival, medir las velocidades del juego, saber cuándo hay q protestar al árbitro, etc son “intangibles”.

Habitualmente se cita a Carlos Jiménez como ejemplo de jugador español con muchos “intangibles”, y por ello su carrera como internacional absoluto ha sido longeva y exitosa. Y en la NBA, el gran Larry Bird era el maestro de los intangibles.



Otros deportes, como el fútbol, son más complicados para este concepto, aunque a todos les gustaría tener a tipos como Mauro Silva en su equipo. Y luego existen los deportes en los q es absurdo hablar de intangibles. Por ejemplo, el atletismo. El q corre más rápido gana, y se acabó la película. Ahí es todo muy "tangible".

Y Jorge completó la teoría:

Buena definición del concepto "intangible". Actualmente tenemos otros ejemplos, como por ejemplo Lazaros Papadopoulos. No es un hombre de estadísticas (de momento) pero si ves un partido completo suyo puedes observar intimidación en la zona, provoca 2 contra 1 que dejan normalmente a un alero o al base solo (a veces se produce asistencia y otras no pero el concepto es el mismo).

En fútbol no creo que sea tan complicado, la mera presencia de jugadores en el campo, aunque estadísticamente no aporten pero si lo hacen de otra manera. Ronaldo, aunque no estuviera acertado, atraía todas las defensas y siempre podías ver al otro delantero solito. Hay jugadores que provocan un estado de "efervescencia" contagiosas al resto de jugadores (Movilla en sus tiempos mozos por ejemplo). Maldini aporta intangibles en el Milán. Saber frenar, acelerar un partido, un protesta al árbitro, un pique con el rival, encabronar al público...más o menos, el otro fútbol del que muchas veces adolecemos los españoles. Se pude definir también como "marrullería" en algunos casos, pero lo llames como lo la llames, son intangibles que no aparecen reflejados en un papel y cuando has visto un partido y un tío te ha parecido buenísimo, miras las estadísticas y te sorprendes y siempre dices "Pues a mi me parecía que este tipo estaba en todas".

Incluso Pepe, aunque no lo creas, hay intangibles en atletismo...mmm en 100 metros es complicado, pero en carreras de fondo y medio fondo, no sería la primera vez que el atleta ganador no estaba en forma, pero la manera de manejar la carrera ha encorsetado a los rivales, o los ha hecho ir a un ritmo perjudicial para ellos y beneficioso para él.

Y A TI, SE TE OCURRE ALGÚN EJEMPLO MAS DE INTANGIBLE?