30 noviembre 2023

Los Hermanos de Rotterdam

Esta semana se disputó la 5ª jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones 2023-2024, jornada que ha dejado al borde del abismo a equipos históricos, como el Manchester United, y no tan históricos, como el PSG.

La red de frutas
El Atlético de Madrid ha conseguido la clasificación para los octavos de final de la competición por 9ª vez en las 11 temporadas completas que el Cholo Simeone lleva dirigiendo el equipo en el partido 100 en la Champions League que enfrentó a su equipo contra los holandeses del Feyenoord de Rotterdam, el equipo más importante de la ciudad, el segundo es el Sparta. El partido se disputó en la "bañera", que es cómo se llama al estadio del equipo holandés, y donde la selección española de Luis de la Fuente levantó este año el trofeo de la Nations League. 

Swoosh invertido
La expedición para este partido fue exigua, con sólo tres componentes, que casi se queda en sólo dos gracias a la cancelación del vuelo de vuelta de Santi en Transavia. Santi volaba desde Gran Canaria y nosotros desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas en el primer vuelo de la mañana de Air Europa hacia Amsterdam. Llegamos en hora al aeropuerto que se encontraba muy concurrido, sobre todo de aficionados colchoneros y es que el viaje organizado por la Unión de Peñas también había optado por volar en el mismo vuelo que nosotros, a otro precio. Íbamos acompañados de nuestros hermanos. El vuelo se desarrolló sin ninguna incidencia y a la hora programada estábamos aterrizando en Schipol. Este aeropuerto tiene estación de tren por lo que allí mismo pudimos coger un tren directo a Rotterdam que en media hora nos dejaba en el centro de la ciudad.

Pequeño Manhattan

Canal neerlandés
Tuvimos la fortuna de tener un día muy soleado por lo que nos animamos a acercarnos andando al hotel en el que nos íbamos a alojar. La ciudad de Rotterdam es una ciudad renacida cual ave fénix y es conocida por su arquitectura contemporánea puesto que quedó arrasada después de la segunda guerra mundial. La verdad, es que los edificios diseñador por arquitectos como Norman Foster, Piet Bloom, Rem Koolhaas bien merecen una visita a esta ciudad portuaria, su comida, no.

Movilidad
Bajamos por el canal que discurre por el barrio de Blaak y cruzamos el puente Erasmus apodado el Cisne que ofrece grandes vistas al Wilhelminapier.

Wilhelminapier
En el paseo no nos cruzamos con muchos vecinos, el grupo más numeroso fue el de los turistas que se alojaban en un crucero. Llegamos al hotel que por fuera tenía la pinta de ser un 4 estrellas ochentero venido a menos, pero estábamos equivocados, el hotel acababa de ser reformado y sus instalaciones nos gustaron mucho, sobre todo a Paco. Hicimos el check in con una recepcionista bipolar y subimos a la habitación a dejar las cosas. 

Clásicas
Flanders classics
Antes de ir al centro a buscar literalmente algún sitio para comer, nos tomamos una cerveza en el bar del hotel. Pedimos una Júpiter y una Leffe. Dimos cuenta de ellas y cogimos el metro para acercarnos al centro. El billete de metro costaba 4.50€ con lo que compramos el billete de día que costaba 9.50€ que pensábamos que nos saldría más rentable. Nos bajamos en la estación del Ayuntamiento y ahí comenzó nuestra odisea para encontrar algún sitio decente para comer. Sonaron las campanas en Beurs.

Como tú
¿Qué es típico de comer en los Países Bajos? No sabemos, una chica por la calle tampoco lo sabía y nos dijo que quizá las hamburguesas y nos mandó al Burger King. Lógicamente, proseguimos nuestra búsqueda hasta que, después de unas cuantas tiendas de zapatillas, nos metimos en un local que ponían cervezas y sandwiches. Una dulce camarera residente en el barrio de Fejenoord que le gustaba Griezmann nos recomendó tomar el snack típico neerlandés, las bitterballen, parecidas a unas croquetas que estaban muy ricas. Las acompañamos de unas Aflligem, o ¿era al revés? 

De la isla
Después de despedirnos de As-u, retomamos la búsqueda de un restaurante en condiciones para aprovisionarnos de cara al partido. Finalmente encontramos un buen restaurante junto al mercado, el Loetje. 

Delicioso gofre
Allí pedimos unas hamburguesas, unas patatas fritas, que también son típicas y unas Texels de las isla neerlandesa de Texel. Y de postre un rico gofre, que, aunque es típico de la vecina Bélgica, estaba muy rico. 



Cubos rallantes

Pagamos y nos dirigimos a la zona donde se encontraban los hermanos colchoneros, el Old Rotterdam. Pasamos por el bosque de cubos de Blaak, unos cubos interconectados diseñados por Piet Blom que ahora es un museo.
Paco con sus hermanos
Tomamos un pequeño callejón y al llegar al muelle nos encontramos con los hermanos. Había tres locales de restauración, pero sólo uno dejaba sacar la bebida a la calle. Paco se pidió una cerveza. Los hermanos entonaban los clásicos cánticos, no siempre de apoyo al equipo.

 

Hermano
Mujer gitana

Santi, ¿dónde estás? Estaba ya en el bus del aeropuerto camino a nuestro encuentro. Paco se tomó otra cerveza. Había hermanos que cantaban mucho. Se cantaba a la mujer gitaba. Empezaba a chispear y, por fin, llegaba Santi. Nos pedimos tres Moretti para celebrarlo. Cada vez había más afluencia de público, era difícil moverse por el muelle. Se pegaban pegatinas. Los de seguridad no daban abasto. Hermanos de todos puntos de Europa, Belgica, Polonia, Alemania...
Pegatinas

Los navales
El club informa de la puesta a disposición de dos trenes exclusivos para los aficionados rojiblancos, uno para la ida y otro para la vuelta. Llega la hora de salida, Paco y Santi se van con los hermanos, bajo la lluvia, yo me quedo con los ingenieros navales exiliados, España, poco futuro y pocas condiciones. Llueve más. Uno tiene una rata en la casa, un clásico.



Estación y mercado

Me tengo que ir y me encamino a la estación de Blaak para coger un Sprinter (un cercanías) y al entrar me pasa lo mismo que en Madrid, los billetes no están integrados. Afortunadamente, hablo con un neerlandés que no se entera y consigo bajar a los andenes repletos de aficionados rojiblancos, en este caso, del Fejenoord. El surinamés se siente pequeño.

La bañera

Hermanos
Por fin llego al estadio, había que sellar el billete para salir, pero había tal pitote montado que las puertas están abiertas. Cuestión de dimensionamiento. Iba a dar una vuelta por los aledaños del estadio, pero vi que en la entrada de la afición visitante también había otro pitote. Sólo había tres tornos, por lo que me apresuré a meterme en el mogollón para poder llegar hasta mis hermanos. 

Hermano polaco
La música en el estadio era ensordecedora, por lo que se ve, en los 90 surgió un estilo techno en la región. Los equipos, que estaban calentando, se metieron en los vestuarios para terminar de vestirse y comenzó a sonar el himno de la Chaaaaaampions. La clásica pitada de los hermanos al himno y comienzan a cantar su himno. El partido se inició con ritmo, el Atleti consiguió desactivar la salida en tromba del Fejenoord y, con fortuna, a mitad de la primera parte se puso por delante del marcador gracias a un gol en propia meta de Geertruida que no es un personaje de Asterix, sino del equipo roterdamés. Nos vamos al descanso con ventaja y la sensación de tener el partido controlado. Griezmann además de guapo también es muy bueno.

Con la estrella de MxM
En el descanso aprovecho a visitar a un hermano venido de Bélgica y estrella de MxM y comienza el segundo tiempo. Hermoso mete un gol de churro (no estaba tirando) y parece que esa ventaja va a permitir una segunda parte plácida para el equipo rojiblanco, cuando en la salida de un corner lanzado por el Fejenoord, remató Wieffer, mientras Janandoni Oblakzarreta se tiraba a cámara lenta para ver cómo el balón se alojaba en las mallas. Pero esta vez, la suerte estaba del lado del equipo de la ribera del Manzanares y el delantero Santi Giménez metía otro gol en propia meta. Barrios pisa mal, nadie se da cuenta. Los aficionados empiezan a cantar olés. Los aficionados cantan Yo te amo. Los aficionados cantan Mujer gitana y vuelven a cantarla. Los aficionados siguen cantando. Los aficionados cantan Yo soy Atleti.

Con el pitido final, los jugadores se congratulan por conseguir la clasificación para la fase final de la Champions League 2023-2024 y se acercan a celebrarlo con los aficionados. Sólo queda asegurar la primera posición del grupo en la última jornada frente a la Lazio de Roma.

Ya es Navidad


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OTRAS CRÓNICAS













17 marzo 2022

Mientras otros duermen, Nosotros soñamos


Este pasado martes se disputó el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League 2021-2022 que enfrentaba el Manchester United y al Club Atlético de Madrid S.A. en el Teatro de los Sueños de Bobby Chalton, Old Trafford, uno de los estadios más grandes de UK, con mucha leyenda pero poca estética. 


La eliminatoria venía empatada del partido de ida dando igual el marcador puesto que, tras muchos años, desaparecía el valor doble en campo contrario que, por ahora, no ha traído de vuelta los cerrojazos. El equipo colchonero venía de una buena racha de resultados dejando atrás un par de meses desastrosos coincidiendo con la desaparición de las alineaciones de ciertos jugadores como Felipe y Hermoso. El ManU no termina de ser un equipo y van muchos años, una década se puede decir, pero venía de un hat trick de Serresiete que finalmente ha sido eliminado en Champions por el Atlético de Madrid, una estadística rota como tantas otras durante esta temporada, veremos si se rompe alguna más de las que tiene pendiente el Cholo. El Atlético se ha convertido en el primer club que elimina a los tres campeones ingleses de la Liga de Campeones.
Ian Curtis

En esta ocasión nuestra expedición se acercó a la maravillosa ciudad de Manchester desde varios puntos de origen. Alberto y yo aprovechamos a salir el lunes por la tarde con un vuelo de Iberia con código compartido con BA y escala en Londres. Si ya volar en tiempos de pandemia es complicado, la gymkana se complica cuando vuelas a UK y más precisamente a Manchester, uno de los peores aeropuertos de Europa. No pudimos sacar la tarjeta de embarque online y tuvimos que acercarnos a los mostradores. Alberto no pudo obtener la tarjeta del segundo segmento del viaje por lo que en Heathrow tuvimos que solicitarla. Afortunadamente, una amable asistente de BA nos la dio en la conexión. 

Una vez aterrizados en Manchester nos guardamos la mascarilla y cogimos el tren hacia el centro de la ciudad. Hicimos el check-in cada uno en su alojamiento y nos fuimos a tomar algo mientras esperábamos a Santi que venía desde Las Palmas. 
Characters
Me fui a cenar un ramen y Alberto se quedó en una cervecería de charla con el holywoodiense Nigel. 

A las once cerraron el local y salimos en busca de algún pUb abierto por la zona del Nothern Quarter donde tomar la penúltima. 


El pUb

En la High Street encontramos un acogedor pUb llamado Gullivers, nombre apropiado para todos los personajes que allí se dan cita un lunes. Alberto se pidió otra pinta de Ale, Stout, IPA, ya no recuerdo y nos sentamos en una mesa con el callado Nigel observando a los personajes del lugar cuando apareció Santi que venía de marcarse un MAD-LPA + trabajo + LPA-MNC. Santi con su pinta en la mano intentaba contestar a las inquisiciones de Nigel viendo como uno de los veteranos de la barra se tambaleaba. 
Nigel, el Cascante

A la una menos diez el doble de Neil Rodgers tocó la campana y los hermanos Navirro se pudieron las últimas pintas. Salimos del pUb a la una y media y enfilamos la High Street de camino a nuestros aposentos, me despedí de los hermanos Navirro y nos citamos para el desayuno.

El canal
Al día siguiente fuimos a una cafetería alojada en una antigua fábrica que habían recomendado a Alberto y que estaba muy chula. Nos hicimos unas fotos en lo que parecía ser uno de los canales que cruzaban Manchester y fuimos a dar una vuelta por la ciudad mientras esperábamos a que aterrizaran Mar y Paco que venían en el charter de la Unión de Peñas que les había citado a las 05:45h en Barajas. 

Las cervezas
Bajamos la Market Street y a falta de Free Walking Tour, que poca falta le hace, visitamos la catedral que fue arrasada durante la WWII como casi toda la ciudad de Manchester. Después nos acercamos a una tienda de cervezas donde los hermanos Navirro adquirieron unas cuantas cervezas para consumirlas, casi todas. De allí fuimos al vacío Cane&Grain donde nos invitaron a quitarnos las bufandas. Los hermanos Navirro pidieron unas Guinness y llegaron Paco y Mar desde Old Trafford, dónde les había dejado el bus del charter. 
Tomaron otras dos rondas de Guinness y nos fuimos a buscar un sitio de comer. 

La expedición y las pintas

El pie de carne
Paseamos por el Nothern Quarter y terminamos por meternos en pub hipster a tomar unas pintas y un pie de carne con gravy. Los hermanos no se quedaron a tomar el pie y se fueron a visitar una fábrica de cervezas. Cuando acabamos de comer bajamos al Sinclair's Oyster Pub que es donde estaba concentrada la afición del Atleti para desde allí partir a Old Trafford. 

Sinclair´s Oyster Pub

La afición se hidrataba mientras entonaba cánticos dedicados a gente que pasaba por allí como Domínguez o una abuela

Pidiendo invitaciones
Se echaba de menos a Josito el Míster. Había algunos manchesterianos que se querían "unir" a la fiesta, pero los majos policías manchesterianos se encargaban de pedir las invitaciones.

Nos pedimos unas cervezas y esperamos a los hermanos Navirro que pronto aparecieron de degustar las cervezas de la fábrica. 
El corteo
Seguimos hidratandonos, la afición cantando, pero tanta hidratación iba pasando factura a la expedición y Santi se acercó a por avituallamiento sólido; cuando volvió apareció mi sobrino Fernando que venía desde Copenhague, el último de la expedición, sí, porque Sergio se quedó planchando one more time. La expedición retomó fuerzas y nos incorporamos al corteo hasta el estadio. Antes Fernando y yo nos quedamos a por el último avituallamiento líquido para la expedición.

Pausa de deshidratación
El corteo empezaba a caldearse a medida que iba cruzando la ciudad. Los manchesterianos vociferaban a los aficionados rojiblancos que no dudaban en arrojarles sus bebidas de hidratación o cualquier otro elemento de mobiliario urbano que encontraban a su paso. 

Old Trafford
Afortunadamente la policía manchesteriana hizo un buen trabajo y tras una hora de caminata por una autovía llegamos al teatro de los sueños, aunque alguno casi no llega.

Tornos

Nos agolpamos en la entrada esperando a que nos cachearan y poder pasar por los clásicos tornos estrechos de los estadios británicos. Durante la espera la afición se animaba. Nos dirigimos a nuestros asientos que tuvimos la fortuna de estar junto al Frente y sus invitados del Fortuna de Düsseldorf que también son socios del Atleti. Los hermanos Navirro no aparecían y es que Santi había perdido el móvil. 

Salieron los jugadores a calentar y la afición con las manos en alto animaba. Se anunciaban las alineaciones por la megafonía del estadio, salían los jugadores, sonaba el himno de la Champions y echaba el balón a rodar. Apretaba en la presión el ManU y el Atleti estaba impreciso en el control de la pelota. A mediados de la primera parte el equipo rojiblanco conseguía salir de la presión, marcaba un gol Joao Felix a pase de Llorente y la grada literalmente se caía, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego. 

El himno

En las postrimerías de la primera parte el equipo trenzaba una buena jugada que finalizaba con cabezado del acertadamente reconvertido Renan Lodi y se volvía a caer la grada y mi integridad resistía. Los rojiblancos se ponían por delante en la eliminatoria. El árbitro pitaba el final de la primera parte y los jugadores enfilaban el camino a los vestuarios.

Afición animando
En la segunda parte el Manchester United salió a apretar buscando el empate, pero sin éxito. Afortunadamente este Manchester United, a pesar de estar repleto de buenos jugadores, tiene poco de equipo y eso que su entrenador, Ralf Rangnick venía con una buena trayectoria en la Bundesliga, pero de Director Deportivo. EL Atleti se defendió como en los mejores tiempos del cholismo gracias al partidazo de jugadores como Griezmann, siempre apoyando a Llorente en su banda, el propio Llorente, Joao Félix o Savic. El marcador iba desgranando los minutos y poco pasaba en el partido. En el minuto 67 el ManU hacía un triple cambio introduciendo gente fresca en el centro del campo, Pogba, Matic y Rashford y el Cholo no hacía ninguno. La afición rojiblanca seguía animando con las manos en alto, pero nerviosa porque el Cholo no introducía cambios para contrarrestar los cambios hechos por el ManU. Por fin, en el minuto 80 el Cholo llama al tres piernas y sale al campo Kondogbia por el capitán que se encargó de pasarle parsimoniosamente el brazalete de capitán a Oblak, un Oblak muy mejorado.

¡A cuartos!
El árbitro concedió 4 minutos de descuento y Fernando puso en marcha el cronómetro, qué lento iba, no corría y para colmo entraba al terreno de juego Felipe por un gran Joao Félix que poco a poco va dejando su indolencia de lado para dejar brillar su excelente calidad. Queda un minuto, sale el balón fuera y otro cambio, salía del campo Griezmann, el capitán en la sombra y entraba Angelito para sumar un nuevo partido para su placa y perder más tiempo, algo que parece están empezando a aprender. Pitó el árbitro el final del partido y la afición estalló con las manos en alto, estábamos clasificados para cuartos después de una fase de liguilla desastrosa.

Los jugadores se acercaron a celebrar la victoria y agradecer el apoyo de la afición. Nosotros ya nos íbamos quitando los nervios de encima. Los jugadores se fueron al vestuario a celebrarlo.

EQUIPO

Algunos jugadores tuvieron que atender a las televisiones y cuando terminaban se iban acercando a la afición. Uno de ellos fue Antoine Griezmann que aprovechó para reconciliarse con la afición y esta le respondió con su cántico más celebre. Después se acercó Joao Félix con la camiseta de Griezmann que, como aún no tiene cántico, la afición le coreó el nombre. El siguiente fue Oblak que vino seguido de Giménez y de todo el equipo que salió del vestuario para celebrar la victoria y la clasificación con la afición que coreaba a los jugadores. Tomás Reñones aprovechó para regalar equipación deportiva a los aficionados.

Finalmente nos dejaron salir del estadio. Nos despedimos de Mar y Paco que se iban al bus para coger el charter de vuelta y nosotros nos dirigimos al tranvía. La pequeña estación del tranvía estaba hasta los topes, algo incomprensible para un estadio tan grande, así que decidimos ir andando y parar a tomar algo de cenar en el camino. Paramos en un restaurante y pedimos unas pintas y unas mini hamburguesas cuando apareció Nigel con su colega; estaba un poco upset con el partido, parecía que hubiera visto otro partido.

Pedimos un Uber y nos fuimos a nuestro Gullivers donde Neil Rodgers se encontraba sirviendo pintas. El pUb estaba bastante lleno, nos pedimos unas pintas y nos sentamos. Muchos manchesterianos se acercaron a felicitarnos por la clasificación y nos contaban con su acento cerrado lo desencantados que estaban con el equipo y los Glaciers. Sonó la campana y los hermanos Navirro pidieron las últimas pintas.

Los incombustibles hermanos Navirro

Esta última crónica que insistentemente solicitaba uno de los expedicionarios va dedicada a nuestro gran consultor tenístico Manu "Raquetas", Manulovic. (Consultorio 1Consultorio 2,Consultorio 3,Consultorio 4)

10 diciembre 2021

Nunca Dejes de Creer

Esta semana se ha disputado la última jornada de la 1ª Fase de la Champions League 2021/2022 cuya final se juega este año en el Gazprom Arena de San Petersburgo. El tertvtuliano Nacho no faltó a la cita con la historia y acudió por tierra al Oporto - Atlético de Madrid que cerraba el Grupo A en el que el conjunto rojiblanco ha conseguido su pase a la ronda de octavos de final tras realizar una fase de grupos mediocre en la que únicamente ha estado 37 minutos por delante en el marcador. 

Angelito

El del césped
El día anterior al comienzo de nuestra expedición el equipo dio su último petardazo, esta vez en Liga frente al Mallorca. El partido fue lamentable, tal y como lo calificaría el actual entrenador del F.C. Barcelona que, por cierto, ha caído en fase de grupos, cosa que no ocurría desde la temporada 2000-2001. Vista la imagen del equipo, la empresa de ganar en Oporto por una diferencia de goles superior a la que lo hiciera el Milán frente al Liverpool de Jürgen Kloop se antojaba ardua o imposible; no obstante, el domingo por la mañana decidimos embarcarnos camino a Oporto: Alfred, Ivanchu, Nacho, Paco y Santi, con nuestro primer negativo en la nariz. 

No solo la imagen del equipo nos hacía temernos lo peor, todas las adversidades que nos presentó la preparación del viaje también. De la expedición inicial se nos cayeron Ramón y Alejandro por diferentes motivos. Sergio no se cayó, simplemente, porque no estaba en la expedición inicial.

La trituradora humana
Paramos en la ciudad amurallada de Ciudad Rodrigo, valga la redundancia, para comer en el restaurante Las Murallas, valga otra vez la redundancia. En esta ciudad Cuéntame dimos cuenta, valga por tercera vez la redundancia, de varias partes de la vaca, incluido un chuletón cuasicrudo de Vaca Morucha a la brasa de 1.200 gramos con 45 días maduración engullido por la trituradora humana. Tomamos un postrecito y un poleo-menta y retomamos camino para cruzar la frontera por medio del pueblo Villar Formoso y es el tramo de autovía que cruza sobre el río Touroes aún no está inaugurado. 10 años de retraso no son nada comparados con el del AVE a Lisboa. Ya en Portugal empezó el casino 888, que si peajes, arcos de peaje, radares... 15 euros para llegar a Oporto, si no te caza ningún radar.

Antes de llegar al hotel nos acercamos al estadio donde se podían hacer test de antígenos para el partido. Al segundo intento conseguimos aparcar y nos pusimos a la cola de uno de los puestos donde había gente algo nerviosa. Accedimos a la carpa y allí dos chavales, bueno, una chaval y una chavala, anotaron en una hoja de papel nuestros datos del DNI, nos metieron el palito hasta el fondo de la nariz y después escribimos en otra hoja de papel nuestros correos electrónicos y la amable farmacéutica nos dijo que alrededor de las once de la noche nos llegarían los resultados cuando llegara a la farmacia y pasara los datos al sistema. ¿Qué podría salir mal? 

Nos dirigimos al hotel con la certeza de que algo no saldría bien e hicimos el check in. Salimos a dar una vuelta por la ciudad, mercado de Bolhao, españoles, avenida de los Aliados, españoles, iglesia de los Clérigos y llegamos al Café D'Ouro, allí donde hace 12 años 2 meses y 5 días me tomé una francesinha con el "colocador" "celebrando" el gol de Falcao al debutante De Gea; con esta derrota el Atlético de Madrid pasó a jugar su primera Europa League la cual ganó en Hamburgo. 
El café estaba chapao, así que nos dirigimos a la Ribeira a ver si encontrábamos algún sitio para tomar algo. Eran las nueve pasadas, hora portuguesa y se puso a txirimirear; nos sentamos en una terraza a tomar una cerveza, la cocina ya estaba cerrada. Afortunadamente, de vuelta al hotel encontramos un sitio donde tomar un mini pepito de ternera y unos gin tonics y un twany mientras refrescábamos. Nos recogimos a eso de la una de la mañana hora portuguesa. ¿Los tests? pues no habían llegado, lógicamente, así que decidimos acudir a los test que teníamos reservados/pagados en Unilabs a las 9 de la mañana.

A mitad de la noche me desperté y consulté mi correo, ¡me había llegado el resultado del test! Venía sin nombre y tenía 27 años, pero al menos el número del DNI estaba bien y, lo importante, era negativo. Informo a los demás que me ha llegado confiando que a los demás le había llegado, error. Así que los demás expedicionarios se acercaron al Queimodromo do Porto a que les volvieran a meter el palo por la nariz. A su vuelta, nos fuimos a desayunar unas torradas y comenzamos otro paseo por la ciudad, mientras los resultados de los tests iban llegando con cuentagotas. Nos acercamos al barrio de la catedral y fuimos bajando a la Ribeira donde tomamos unas Super Bock antes de comer un caldo verde y un arroz caldoso. A la tarde paseamos por la ribera del Duero bajo el txirimiri envolvente y nos acercamos a un par de bodegas de Porto para visitar, pero estaban todas completas. Así que nos volvimos hacia el hotel por el camino más corto para descansar para después ir a cenar una francesinha refrescando. Sólo quedaba el resultado del test de Santi por llegar y al día siguiente se disputaba el partido.


¡Por fin!

Al día siguiente el resultado del test de Santi seguía sin llegar. Santi aguardaba con paciencia infinita a que le llegara el resultado, pero decidimos subir al estadio a aclarar lo sucedido con la farmacia que nos realizó los tests. Alfred, que estuvo en contacto en todo momento con la farmacia, se encargó de gestionar el resultado y, por fin, consiguió que imprimieran el papelito con el nombre de Santi y el resultado negativo. Ya podíamos todos presentar en el partido los resultados que de poco sirven para evitar contagios.

Dragón
Enaltecimiento
Con la tranquilidad de tener los resultados, nos dimos una vuelta por el Estadio do Dragao, un estadio muy bonito construido para la Eurocopa 2004 al lado del antiguo Estadio da Santas cuyo solar aún se encontraba medio en obras. Lo sorprendente de este estadio es lo abierto que es para una ciudad en la que llueve bastante a menudo. Las puertas de acceso al estadio tienen la foto de un jugador. El perímetro estaba preparado para lo que iba a ocurrir horas más tarde; a partir de la puerta 19 ya estaban puestas las vallas para que la afición visitante no se mezcle con la local, es lo que tiene el fútbol actual, el del Respect. 


Paolo Futre
Bajamos a la tienda oficial del club donde aprovechamos a pasar por el baño y compramos algún complemento. Pregunté en la tienda si había algo de Futre y me dijeron que no, sin embargo, Alfred encontró un supuesto pin de él. La entrada al museo estaba curiosamente decorada con todas las copas colgadas del techo acompañadas de un dragón multicolor. Volvimos a subir al estadio y vimos que el marcador reflejaba un resultado, no era el de Santi, era el del partido y marcaba un 3-3 al descanso con gol de Oblak.

Desplazados
El viento empezaba a soplar y las tripas a rugir y nos fuimos andando al restaurante donde habíamos reservado que se encontraba cerca en el barrio de Boavista. A mitad de camino empezó a llover, la ciclogénesis explosiva ya estaba aquí. Pasamos por la facultad de Direito de la Universidad de Oporto y llegamos calados a la marisquería donde dimos cuenta de una lubina y un bacalao acompañados de unas canecas de super Bock y unos twanies.


Direito
Finalizada la comida, pedimos un taxi y nos fuimos a hotel a descansar antes del partido. Decidimos ir pronto, a las seis de la tarde que era cuando abrían las puertas, para no tener ningún problema con la afición local y la visitante. De camino al estadio caía txirimiri. 

En el palco con mascarilla
Nos despedimos de Alfred que estaba invitado a un camarote por un amigo suyo muy aficionado del Oporto al que le gusta mucho viajar con el equipo y llegamos a las vallas donde nos esperaban los guardias de seguridad para cachearnos y pedirnos los certificados. Lo primero que nos dijeron es que los paraguas no se podían pasar y los iban a tirar, se supone que son un objeto arrojadizo, sí que lo es, pero si te lo quitan te mojas; son las consecuencias de la violencia no atajada en el fútbol que pagan todos los aficionados. Afortunadamente, el supervisor nos dejó guardarlos en la consigna. Comprobaron los certificados con el DNI, pero las entradas no. Aún así con la oscuridad y las mascarillas poca identificación.

Desplazados
Subimos a nuestro sitio, quedaba menos de dos horas para que comenzara el partido. Santi e Ivanchu aprovecharon para ir a por unas Super Bock Sin. Los aficionados visitantes iban llegando a sus sitios e iban colocados, perdón, colocando sus banderas en las barandillas. Intenté conectarme a la wifi, pero tenía contraseña. Salieron los porteros a calentar y después todo el equipo que fue recibido con cánticos y cánticos. Volvieron al vestuario y las aficiones empezaron a cantar sus himnos antes de que sonara el himno de la Champions.


The Champions
 

En los primeros minutos del partido el equipo no transmitía buenas sensaciones, se perdían muchos balones y los que no, los cortaba el incombustible Pepe. A los 13 minutos se lesionó Luis Suárez y tuvo que ser cambiado por Cunha, Angelito 2.0. Le comenté a Paco que era lo mejor que nos podía haber pasado y no me equivoqué. En bastantes partidos Suárez lastra el equipo por su falta de velocidad, por eso le dejó marchar el Barça, pero el olfato de gol sí que no le falta, por eso el Atlético de Madrid es el vigente campeón de Liga. La entrada de Cunha le dio otro aire al equipo, su movilidad, algo escaso en esta primera parte de la temporada, le dio oxígeno al equipo. Pero por la radio nos llegaban malas noticias, el Milán había marcado, teníamos que marcar al menos dos goles y el desarrollo del partido no lo vaticinaba. Por fortuna, el Liverpool empataba al borde del descanso y nos dejaba a un gol de poder pasar a los octavos de final.

En la segunda parte el Oporto salió a contemporizar el partido, más cuando el Liverpool se puso por delante en el marcador con gol de Origgi. En ese momento el Atlético de Madrid ya podía jugar la Europa League, pero fue en el siguiente minuto cuando Griezmann marcó a la salida de un córner el primer tanto del partido que clasificaba a los rojiblancos para la siguiente ronda y se convertía en su gol número 50 en la competición. Ahora tocaba defender con uñas y dientes el resultado sin echar el clásico paso atrás porque el Atleti de Simeone ya no tiene su mejor arma, la defensa. Pero el partido se puso peor con la expulsión del Galguito, aunque la tangana que se montó sí que benefició al equipo porque el partido se paró y el tiempo seguía corriendo; y el posterior codazo de Wendell a Cunha benifició aún más. Con los equipos con 10 jugadores las fuerzas se igualaron. El medio del campo del Atleti aguantaba los tímidos arreones del Oporto y Vrsaljko y Kondogbia cumplían satisfactoriamente su cometido. 

Cuando el partido se acercaba al descuento un pase de Griezmann al hueco fue aprovechado por Angelito Correa que fue encimado por Pepe, pero pudo meter un disparo cruzado raso al poste que se convirtió en el gol de la tranquilidad. El equipo y la afición lo gozaban. El árbitro concedió 5 minutos de descuento y otra cabalgada de De Paul que pudo robar el balón en la línea de fondo puso el 0-3 en el marcador, era el delirio, era histórico. Cuando el partido ya iba a finalizar, Hermoso, para no variar, hizo un penalty evitable que supuso el 1-3 final. El árbitro pitó el final del partido y el equipo corrió a celebrar con los desplazados la victoria y el pase a los octavos de final de la Champions League.

¡NUNCA DEJES DE CREER!



Y este domingo, el reencuentro.