En
las últimas semanas estuve viajando por tierras australes, por la
Patagonia, tanto la chilena como la argentina. La primera señal
deportiva la encontré en Punta Arenas, la capital del Estrecho de
Magallanes.

Allí visité el Kiosko Roca, nombrado el año pasado como la
mejor Picada de toda Chile.
¿Qué es la Picada? Es un bar que sirve cuatro cosas, en este caso eran
dos, choripanes y leche de banana. Allí mientras soboreábamos esos
choripanes tan saludables pude apreciar en la pared
infinidad de objetos relacionados con el Universidad de Chile y entre
ellos me encontré con una alineación en el que aparecía una cara que me
resultaba familiar, la del Ingeniero Pellegrini, el actual entrenador
del Manchester City. Al lado de esa foto se encontraba una foto
autografiada de un jugador que me sonaba, era Marcelo Salas, delantero
que fue todo un ídolo en Chile.
Paseando por las calles de Punta Arenas,
en los escaparates de las tiendas de deportes y en las de souvenirs
también, había muchas camisetas rojigualdas, la segunda equipación del
Barça para esta temporada. Todas tenían estampado el 9 con el nombre de
Alexis. Pregunté quién era más ídolo en Chile, si Alexis o Vidal, y
todos coincidían que Alexis. También me hablaron de Bravo, el portero de
la Real Sociedad, y nos emplazaron al segundo partido de la primera
fase del Mundial que se jugará en el Maracaná en el que quieren vengarse
del partido de
Sudáfrica.
Tras
cruzar el Estrecho de Magallanes llegamos a Ushuaia. En el camino nos
cruzamos con muchos aventureros en bici, unos haciendo la Ruta 40, otros
la Panamericana y otros dando la vuelta al mundo. Allí en Ushuaia
intenté ver los partidos de vuelta de la Copa del Rey pero me fue
imposible; a la hora del Real Madrid - Español estaban echando en ESPN
un San Lorenzo - River en el que jugaba el delantero Correa pretendido
por el Atlético de Madrid y que metió un gol muy a lo Diego Costa. En
ese bar medioirlandés, mientras esperábamos que llegaran los platos,
nos pusimos a hablar con dos chavales argentinos de unos 8 y 12 años.
Uno era muy del Cholo y el otro era de Pellegrini. Lo que me sorprendió
es que hablaban de las Ligas con sus nombres comerciales, la Liga BBVA y
la Barclays. Decían que la Liga Argentina era un peñazo porque no
jugaban a nada, que a ellos les gusta más ver jugar al Barça o al
City.

Finalmente, en
Buenos Aires esperé encontrar más ambiente futbolero. Encontré poco, y
eso se debía a que el Torneo Clausura aún no había comenzado; de hecho
da comienzo este fin de semana.
El
domingo estuvimos dando un paseo por el mercado del barrio de San
Telmo, del estilo del Rastro de aquí. A las 3, hora de allí, jugaba el
Atlético de Madrid contra la Real Sociedad, partido que iba a servir
como homenaje a Luis Aragonés, tiene pinta que será el último homenaje después de
oír las declaraciones de Caracorner, una persona que cambió nuestras
vidas futbolísticas, no lo olvidemos. Pues bien, estuve preguntando por
locales donde echaran partidos; dí con una calle donde había varios
bares, la zona de marcha de San Telmo, pregunté en varios para verlo,
pero ninguno lo echaba, estaban echando la eliminatoria de la Davis, uno
me llegó a decir que pondría al Atleti cuando acabara la Davis... en
fin, que conseguí que uno
mirara a ver si lo televisaban, pero nada, ninguna televisión lo echaba.
Mucho Cholo, como podeis ver en las portadas de los periódicos, pero no
echan los partidos del Cholo ni en las Tv de pago.

Ese día fuimos a
comer a una parrilla decorada con numerosas fotos deportivas entre las
que encontré la alineación del Huracán allá por 1973 donde figuraba
Alfio Basile, el que se cagaba en el contrato, y que posteriormente hizo
campeón a Boca.


Al
día siguiente fui a visitar el campo de Boca y su museo de la pasión
boquense que me habían recomendado.
Lo cierto es que la visita y el
museo son mejorables. El barrio de Boca es de los más peligrosos del
centro de Buenos Aires, de hecho había calles que eran de foto, eso,
eran.
Pero los turistas lo visitan porque tiene el Caminito, que son
dos calles megaturísticas donde te puedes hacer una foto con un Maradona
de pega, comprar infinidad de souvenirs made in China o bailar un tango y poco más.
Allí empecé a darme cuenta de una
cosa,
no tienen nada de merchandising de Maradona ni de Messi. Camisetas y
poco más; de hecho tienen más merchandising del Papa Francisco ccon San Lorenzo omo
podeis ver en las fotos. Las estrellas del merchandising son el tango y
Mafalda, algo que me sorprendió bastante.

De
Maradona debe haber poco merchandising por la poca simpatía que le
tienen en Argentina; con la gente que platiqué no hablaban nada bien de
él, además hay que tener en cuenta que jugó poco en el Boca. Sin
embargo, tiene un palco privado en el mejor sitio de la Bombonera a la
que poco tiene que envidiar el campo de Vallecas...

La visita,
como comenté anteriormente, no fue gran cosa. Te llevan por las
diferentes gradas del estadio donde te pican los mosquitos del
Riachuelo y poco más. En el fondo norte nos hicieron cantar un gol (ver video)
y cuentan que el vestuario visitante, que tiene lo mínimo para ser un
vestuario, está justo debajo de esa grada donde la afición se pone a
botar para acongojonar al contrario. El vestuario local no nos dejaron
visitarlo, como tampoco el visitante, pero por lo que contaba la guía
deben ser bastante diferentes.
Una cosa que me sorprendió es que en el
estadio hay un sector para mujeres y eso es para las mujeres que desean
ver tranquilamente el fútbol sin tener que preocuparse de los hombres
que tienen alrededor. En la visita del Teatro Colón te enseñan cómo hay
localidades de pie sólo para mujeres y sólo para hombres con el fin de
evitar cachetes que disturben el espectáculo.

Poco
más hay en la visita, bueno, por un poco más puedes hacerte una foto con
la Copa Libertadores en el césped aguado de la Bombonera, que se llama
así porque tiene forma de caja de zapatos. Y
dentro del museo se pueden ver fotos de jugadores tan ilustres como
Riquelme, Palermo, el Cata Díaz, Villareal... y los trofeos, entre ellos
las dos Copas Intercontinentales.

Ah! también se pueden ver cuadros en los que se recrea el origen de los colores de Boca que, como bien conocen los tertvlianos, se debe a la bandera del primer barco que entró en Puerto Madero después de haber perdido el amistoso contra el Nottingham de Almagro, equipo que vestía los mismos colores. El primer color de Boca fue el rosa, de ahí que la segunda equipación sea ahora rosa.
Por
último, algunos apuntes más sobre Buenos Aires, como que el Polo es un
deporte con mucha tradición por esas tierras, así como el Turf; tienen
un gran hipódromo en el centro de la ciudad. Lo que también vi fueron
los anuncios del Torneo de ATP de Buenos Aires y leí que los
organizadores estaban preocupados por la participación de Rafael Nadal,
que finalmente se ha caído, con
lo que los porteños se van a quedar sin disfrutar del número 1.

Los argentinos practican
muchos deportes, lo pude apreciar en mi paseo en bici por Buenos Aires.
Vi piragüistas en Puerto Madero, tenistas en el Buenos Aires Lawn y
mucha gente corriendo y patinando en sus rollers en el espectacular
parque del Rosedal.
Es paradójico, porque los argentinos por lo general son
gente alta y robusta, pero dos de sus leyendas deportivas son bajitas,
Maradona y Messi. Precisamente, Maradona salió al balcón de la Casa
Rosada que da a la plaza de Mayo para celebrar el Mundial 1986.
Ah!
y el Mundial, que el banco Santander patrocina, los argentinos
están confiados en que van a ganarlo, pero les recordé que su defensa
deja mucho que desear.

En
mi vuelo de vuelta hice escala en Sao Paulo. En la sala de embarque
estaban echando en la televisión un programa estilo Punto y Pelota de la
Fox Sports hablando de problemas en el vestuario de Boca que en los tres
clásicos del verano perdieron dos y sólo empataron uno; mirad a quién
vi debatiendo, a Carlos Aimar sin bufanda.
Aterrizando en la gigante
ciudad de Sao Paulo pude ver desde el aire el estadio del Corinthians
que al menos a simple vista parece que dista de estar finalizado al 98%
como dicen.