Snooker, ese viejo desconocido

Esta semana se está celebrando el UK Championship de Snooker y nuestro colaborador habitual, Manuel, nos da a conocer este deporte que cuenta con muchos adeptos, sobre todo en países anglosajones:

"Cualquier friki de los deportes que se precie ha sido hipnotizado alguna vez por una mesa de billar enorme con bolas rojas y de colores. Supongo que la mayoría han intentado entender el juego, han mantenido la atención veinte minutos y han cambiado de canal. El resto, los que hemos sido reincidentes, nos hemos enganchado a este apasionante deporte. Y es que el snooker tiene varios activos que lo convierten en un deporte muy televisivo, a pesar de su escasa popularidad en España.

En primer lugar, a diferencia del billar a banda, el snooker tiene un importantísimo componente estratégico. Es un deporte en el que se ataca y se defiende, y hay jugadores arriesgados y conservadores. El público gusta de los jugadores de ataque, pero disfruta igualmente de las grandes defensas.

En segundo lugar, a diferencia del pool (billar americano), las partidas son largas y meter la bola en el agujero (embocar o pot, en inglés) es muchísimo más difícil. Basta decir que la mesa es considerablemente más grande que la de pool, y las bolas y las troneras más pequeñas. Aún así, es relativamente frecuente que las estrellas de este deporte hagan un 147, esto es, meter todas las bolas seguidas, apoyándose siempre en la bola negra, la de más valor. Hacer un 147 suele tener un premio extra por parte de los organizadores de los torneos.

En tercer lugar, los torneos del circuito profesional se desarrollan a través de largas eliminatorias, pudiendo durar un enfrentamiento más de ocho horas. Es obvio decir que la concentración y el control de los nervios en las bolas decisivas es tanto o más importante que el talento puro. Estos momentos de “todo o nada” son uno de los aspectos que personalmente más valoro en un deporte, por lo que el biatlón o el snooker se encuentran entre mis favoritos. Es como si en cada enfrentamiento un jugador de fútbol dispusiese de un penalty para ganar el partido en el último minuto, o uno de baloncesto se jugase un partido desde la línea de tiros libres cada vez que juega.

Las reglas del snooker son simples en su planteamiento inicial. Un enfrentamiento se divide en varios “frames” o partidas. Se juega con la bola blanca y hay que intentar embocar las otras bolas sobre el tapete para conseguir más puntos que el rival. El que ha obtenido más puntos cuando se meten todas las bolas en las troneras, gana el frame. Existen quince bolas rojas, que valen un punto cada una, y seis bolas de colores: amarilla (dos puntos), verde (tres puntos), marrón (cuatro puntos), azul (cinco puntos), rosa (seis puntos) y negra (siete puntos). El orden en el que deben embocarse las bolas es siempre el mismo: primero una roja, luego una de color, después otra roja, otra de color, y así sucesivamente. Cuando una bola de color es embocada, vuelve a su posición en el tapete, pero las bolas rojas no vuelven. Una vez que no quedan bolas rojas en la mesa, se deben meter las de color por un orden establecido, de menor a mayor valor. Otras formas de conseguir puntos es mediante fallos del rival, por lo que cobran importancia los tiros defensivos para dejar “en snooker” al rival, es decir, impedir que pueda tirar a su primera bola roja sin tener que apoyarse previamente en una banda.

El circuito profesional consta de una serie de torneos principales en los que, por regla general, los jugadores peor clasificados disputan una fase previa y el top 32 pasa directamente a la parte final de cada torneo. La Malta Cup, el UK Championship, el China Open, el Grand Prix, el North Ireland Open son algunos de los torneos de ranking, pero la cita anual más importante es el Campeonato Mundial.

Respecto a los jugadores es importante destacar que su vida profesional es larga, por lo que a día de hoy siguen en activo los grandes dominadores de la historia del snooker: Steve Davis (en los años 80) y Stephen Hendry (en los años 90), aunque no están ya entre los primeros puestos de ranking. En la primera década del siglo XXI no existe un dominador claro, pero quizás la personalidad más mediática del deporte sea la del inglés Ronnie O´Sullivan, un auténtico Curro Romero del snooker, que tiene un talento infinito, pero que es capaz de desconcentrarse y fallar bolas inauditas cuando las cosas se le ponen en contra. Sus enfados y su gesto de taparse la cara con una toalla son tan famosos como su agresividad y su agilidad en el juego. Otras figuras actuales son John Higgins, Shawn Murphy, Ken Doherty, Neil Robertson, el lento y ultradefensivo Peter Ebdon, la gran promesa china Ding Jun Hui o Stephen Maguire, el jugador más en forma del circuito en 2008.

La partida más conocida de la historia fue el enfrentamiento que tuvieron Steve Davis y Dennis Taylor en la final del campeonato mundial de 1985. Empatados a frames en una final de infarto, 17-17, se lo juegan todo en el último y definitivo frame. Davis se pone por delante por 18 puntos (62-44), y sólo quedan 22 puntos posibles en la mesa. Le toca jugar a Taylor, el hombre de las gafas al revés (esto es un look profesional y lo demás son tonterías). El desenlace lo podéis ver aquí:




Este histórico momento fue el segundo acontecimiento deportivo televisado más visto en el Reino Unido, y sigue estando en los rankings de share como uno de los momentos con mayor cuota de pantalla de la historia de la BBC. En España el Snooker se puede seguir en Eurosport, que da una gran cobertura de todos los torneos de ranking, el Campeonato Mundial y el Masters. "

Nacho muestra cierto interés:
"Un deporte que parece bastante interesante, por lo que cuentas. Aunque parece que es un deporte en el que no siempre es el mejor el que gana, pq todo se juega al final en un golpe. "

Manu queda fascinado por este tratado de snooker:

"Muy bien explicado, y detallado, ya se como funciona, cuando lo veía por eurosport, no entendía mucho la mecánica. "

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