04 diciembre 2007

El Rincón de los Clásicos 4: MIGUEL INDURAIN


Puntual a la cita, tras quince días, aquí tenemos un nuevo clásico, en este caso, español.


MIGUEL INDURAIN




La ilusión de todo un país. Nacido en la localidad navarra de Villava en 1964, este ciclista llevó al deporte español a un nivel desconocido hasta entonces: el de los ganadores. Su carrera comenzó de la mano del gurú José Miguel Echávarri, en el seno del equipo Reynolds.

Creció profesionalmente bajo el paraguas de Perico Delgado, que entre los años 1985 y 1990 peleó sin descanso con su peculiar estilo “Typical spanish” con los mejores en el Tour de Francia, la gran carrera, el sueño inalcanzable, El Dorado.
Mientras eso sucedía, un joven navarro de complexión poco dotada en principio para despuntar en el ciclismo, iba aprendiendo y reciclando todos los datos. Un genio estaba a punto de explotar. Ya había obtenido algunos triunfos notables. Había sido líder momentáneo de la Vuelta a España en 1985, ganó el Tour del Porvenir de 1986, la Volta a Cataluña de 1988 o la París-Niza en 1989, y, en el Tour de ese mismo año ganó su primera etapa en la ronda gala. Fue sólo un aviso. En 1990 volvió a ganar la París-Niza y otra etapa del Tour, y llegó a la salida del Tour de 1991 como líder indiscutible de su equipo. Aquel Tour supuso el punto de inflexión de la mentalidad deportiva profesional en España. Indurain derrotó con gran autoridad a todos sus temibles rivales (Lemond, Fignon, Bugno, Chiapucci, etc.) y desde entonces ejerció una sosegada tiranía que le hizo ser el primer ciclista en ganar 5 Tours de Francia consecutivos. Además, ganó el Giro de Italia en 1992 y 1993, la medalla de oro olímpica de contrarreloj en Atlanta 1996, 2 medallas de plata en Mundiales en ruta y un oro en el Mundial contrarreloj, batió el récord de la hora y obtuvo decenas de triunfos en otras carreras importantes. Su victoria más emblemática se produjo en la etapa contrarreloj en Luxemburgo, en el Tour de 1992, en la que abrumó como nunca se había visto. Llegó a doblar a Fignon, que había salido 6 minutos antes que él. Bugno, su gran rival, quedó a casi 4 minutos, y acuñó una frase para la Historia: “No se puede ganar a un extraterrestre”.


Para hacer bueno aquello de que “nadie es profeta en su tierra”, nunca pudo ganar la Vuelta a España. Finalmente, el Tour de 1996 fue su tumba. En la ya tristemente famosa ascensión a Les Arcs, por primera vez en muchos años, los millones de españoles que le seguían a diario en televisión se quedaron petrificados ante lo que nunca imaginaron que podría llegar a pasar algún día: el titán navarro flaqueó, se descolgó del grupo cabecero y pasó su particular calvario, un vía crucis angustioso en el que sólo le quedaban fuerzas para pedir agua y aceptar con honor que había llegado la hora del adiós.
El héroe tranquilo ya no tenía que demostrar nada más. Había destrozado todas las marcas y había elevado el hasta entonces malherido orgullo de los españoles como nunca nadie volverá a hacer. Gracias, Miguelón.

By Pepe




Tributo a Miguel Indurain


www.Tu.tv

Campeonato del Mundo de Ciclismo 1995, Colombia


www.Tu.tv

Tour 1991, 13ª Etapa

INDICE DEL RINCON DE LOS CLASICOS
Michael Jordan
Diego Armando Maradona
Carl Lewis

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué fuerza le daba yo a mi Miguelón!

Anónimo dijo...

Buen artículo. Si me permites, un par de correcciones...
1) Perico ya luchó por el Tour en 1983 junto a Ángel Arroyo. En un Tour sin dueño, estaba segundo en la general y con muchísimas opciones de podium...pero se dejó hasta el apellido en una etapa que acababa en Morzine, con Glandon, Madeleine, Colombiere y Joux Plane, entre otros. Si no recuerdo mal fue la primera etapa que pusieron en directo por televisión española y Perico se dejó más de 20 minutos. En 1984 también estuvo en la pomada hasta que se cayó y se tuvo que retirar.
2) En 1991 Indurain no era ni mucho menos el líder indiscutible del Banesto. Era un Perico ya en declive, quedando Miguel como outsider de lujo tras "fracasar" en su asalto a la Vuelta a España, tan "montañosa" como siempre, que se llevó el croner Melcior Mauri.

Respecto a la figura de Indurain yo me quedo siempre con su carácter humano: su cabeza siempre bien colocada, sin meteduras de pata y siempre humilde. Era el capo más querido en el pelotón porque ni avasallaba con la bici ni frente al micro. Eso sí, para la emoción del Tour era más pernicioso que Armstrong. Su dominio total de la crono y su casi absoluta fiabilidad en la montaña transformaron las ediciones de 1992 a 1995 en balsas de aceite donde apenas había emoción. A mí particularmente, como fan absoluto de Marco Pantani, la carrera que más me gustó de Indurain fue el Giro de 1994, donde Berzin se llevó la victoria, pero Pantani e Indurain ofrecieron un duelo "triple amenaza" que pasará a la historia. Como momento puntual, además de la crono de Luxemburgo, yo apuntaría la etapa de Lieja que ganó Bruyneel...la etapa más rápida de la historia del Tour hasta ese momento. Indurain sacando distancia a un pelotón relevando a saco fue la mayor demostración en una etapa "llana" que he visto en mi vida.

Anónimo dijo...

Gracias por tus apuntes, Manuel. Da gusto contar con las opiniones de verdaderos expertos de cada deporte. De todas formas, creo recordar que ya en el Tour del 90 Indurain tuvo que contenerse más de la cuenta pq el líder claro del equipo era Perico, y durante los meses posteriores muchos criticaron esa decisión de Echávarri, fomentando un caldo de cultivo que hizo que llegaran a la salida del 91, aunque formalmente hacia los medios con igualdad de oportunidades, todos sabíamos q el líder "in pectore" era ya Miguelón.
Lo dicho, te esperamos por esta tertulia cuando quieras.

Snowcop dijo...

La etapa del Mortirolo del Giro 94 fue mitica!!! Me parece que fue Franco Bona el que reestreno este puerto q iba escapado con mas de 20 minutos y despues iba dando tumbos por las faldas del coloso alpino.
Por cierto, Berzin la ha palmado ya de tanto infarto, que raro, un deportista con infartos...

Manuel, cual fue mejor, la exhibicion de Miguelon en Lieja con la chichonera o la de este ano de Cancellara en Compiegne?

Anónimo dijo...

Indurain en Lieja, sin duda. Lo de Cancellara fue un golpe de genio y figura, uno de los momentos del año y para mí el mejor del Tour después del duelo Contador Rasmussen en el Peyresourde, pero no está ni de lejos a la altura de aquella etapa.

Respecto a lo de Vona, creo que estás mezclando con la etapa de Chiappucci en Sestrieres, donde atacó de salida y cuando Indurain lo iba a coger en el último puerto, al navarro le dio un pajarón de aupa, que permitió al Diablo ganar otra mítica etapa y a Vona superarlo en las últimas rampas.

La etapa del Giro 1994, Merano Aprica pasará a la historia por ser la primera de las tres etapas legendarias de Marco Pantani (Aprica - Deux Alpes - Montecampione). Un desconocido escalador italiano viene de ganar la etapa Lienz - Merano, pero el duelo en la etapa reina se presenta entre el sólido líder Berzin y el dominador del ciclismo mundial Miguel Indurain, con Bugno, Armand de las Cuevas y Claudio Chiappucci como posibles outsiders. Se sube el mítico Stelvio, donde aún hay nieve, con total tranquilidad, para dar paso a una eterna bajada hasta los pies del Mortirolo. En las primeras rampas Pantani rompe la carrera y sólo De las Cuevas intenta seguirle, para explotar a los pocos km. En meta, el singular francés declararía: "jugué con una bomba y me explotó en las manos". Berzin se ceba un poco al principio, al revés que Indurain, que coge su ritmo, supera al líder y corona el Mortirolo cerca de Pantani. En la bajada se juntan Cacaíto Rodríguez, Indurain y Pantani. Se pasa por meta para encarar el Valico de Santa Cristina, un puerto de segunda categoría, y el trío de cabeza aventaja en más de 3 minutos a un hundido Berzin. Pero el etapón vivido, el ritmo del Pirata y una deshidratación son el caldo de cultivo para que el hombre del mazo visite a Indurain. Una pájara monumental le hace perder las opciones de ganar ese Giro, mientras que Pantani se convierte en leyenda levantando los brazos en la estación invernal de Aprica. A la postre el Giro lo ganaría Berzin, con Patani segundo e Indurain tercero.

serbio dijo...

Siempre me acordaré de la mítica contrarreloj de Luxemburgo del 92, esa en la que dobló a Chiapucci.

Por cierto que siempre me cayó muy bien Bugno, un gran corredor que tuvo la mala suerte de ser eclipsado por Miguelón.

Un saludo

Anónimo dijo...

Gracias, serbio, por fin alguien q me entiende.